El despropósito de Ringo

Vaya despropósito lo de ayer de Ringo Starr. Dos frases me describen a la perfección lo que vi. La primera de mi mujer: “Ringo no debe tener a nadie que lo quiera porque, si lo tuviera, no le dejaría hacer esto”. La segunda en Facebook del gran Xavi Mercadé: “Ha habidos momentos de vergüenza ajena y otros de tierra trágame”. Nos e puede explicar mejor. Íbamos avisados, ya lo sé. Los que habíamos vistos la composición de la banda y los set-lists previos nos lo podíamos esperar, o no. Porque fue mucho peor que cualquier cosa imaginable. Músicos que no pegan nada entre sí, un repertorio digno del peor AOR, Ringo desapareciendo de escena un par de temas y en muchos limitándose a seguir el ritmo con la caja y el bombo. No me extraña que apenas 4.000 personas se acercaran a verlo en un recinto de 16.000. Y si volviera (que lo dudo) serán menos aún.

Lo peor de todo es la sensación de que no tendría por qué ser así. Ringo podría ir por el mundo de manera más solvente y, por qué no decirlo, digna. Porque lo de ayer en el Palau Sant Jordi fue indigno de su nombre ¿Por qué no una banda de gente joven con garra? ¿Por qué no rescatar repertorio de discos como aquel magnífico Ringo que publicó en 1973 (ayer solo rescató «Photograph» y «You're Sixteen» aunque pésimamente interpretadas? ¿Por qué no rebuscar en versiones de clásicos del rock and roll de los cincuenta para armar un buen repertorio? No, no voy a reclamar canciones de los Beatles. Creo que ahí perdería la batalla y esa guerra es solo para McCartney. Pero cualquier fan real y conocedor de sus discos le haría un buen set-list de canciones propias y versiones que una banda joven podría interpretar junto a él de manera más que notable. No sé quién le aconseja pero, desde luego, no le quiere bien. Ya lo dice Raquel.

Sonando: Have You Seen My Baby (Hold On) de Ringo Starr