Caí en las fauces de la
música del tejano Cody Jinks a partir de un disco titulado Adobe Sessions, publicado el pasado 2015, aunque diría que yo los
escuché a principios de este año y de él hablé en esta bitácora.
Ya hablé de su excelente capacidad para contar historias y, sobre todo, para
implicarse en temas espinosos, en los que no duda en tomar partido. Lo que no
esperaba es volver a tener noticias de él tan pronto. Pero sí, y además son
buenas, porque ha vuelto a grabar y a poner en circulación otro trabajo
espléndido que responde al título de I’m not
the Devil.
Para empezar, el primer avance
que se filtró del trabajo en las redes fue una versión del «The Way I Am» en
una clara declaración de intenciones: Cody Jinks va a seguir apostando por el
sonido de los grandes como punto de partida de su música. Junto a ella doce
canciones más, absolutamente espléndidas confirmando, como ya apuntábamos, que
Cody tiene ínfulas de grande como heredero de los mitos del outlaw country.
Tampoco renuncia eld e Fort North a aparecer en las radiofórmulas ¿Hay que
hacerlo? Él no traiciona sus sentimientos peroe s capaz de componer himnos que
pueden entrar muy bien al gran público, a poco que le den la oportunidad a
canciones como «Chase That Song». Se pone profundo hablando de sueños rotos en «Vampires»
y homenajea a grandes ídolos personales desconocidos como Billy Don Burns,
apropiándose de sus «Gaylor Creek Church», canción que por cierto le enseñó su
amigo Whitey Morgan en una gira conjunta.
Perdonen que insista,
pero el country está en un muy buen momento. Artistas como Zane Drake, JP
Harris, Daniel Romano, Andy Ferrell o el propio Cody Jinks lo están
revitalizando de forma tremendamente personal, pero a la vez sabiendo mostrar
su respeto por los clásicos. Alejándose conscientemente del americana,
definición de la que suelen huir despavoridos, y apostando por algo que
podríamos definir como country clásico contemporáno. Que sigan.
Sonando: No Words de Cody Jinks
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