miércoles, mayo 06, 2009

El salmón

Hoy hemos venido a trabajar escuchando al señor Andrés Calamaro. Era una buena banda sonora para el coche. Andrés es uno de mis autores en lengua hispana favoritos. Y resulta que acaba de sacar una macro caja recopilatoria que no voy a comprar. Y no lo voy a hacer porque por el precio de una pila de CDs y DVDs te cuelan 3 discos de grandes éxitos y un montón de inéditos donde, como siempre, Andrés suele farandulear y divagar. Es un tipo con genio. Con arte. Pero le pierde la incontinencia creativa. A veces es mejor no ser excesivo. Esa es mi opinión. El salmón, por ejemplo, podría haber sido un grandísimo disco doble en lugar de un quintuple sólo para fans. Pero, supongo, que eso es también lo que le hace grande. Algo similar va a pasar con Neil Young y sus Archives. Demasiado. Excesivo. Muchas canciones y muchas repetidas en otras versiones, sí. Pero repetidas. Incluso se repiten los discos que ya ha ido sacando por separado y que servidor ya tiene, por ejemplo. Innecesario. Osado. Hasta me atrevería a decir que un error de marketing. Aunque dudo que eso le importe al tito Neil. Lo dudo mucho.

Sonando: El salmón de Andrés Calamaro

No hay comentarios: