No deja de sorprenderme
la divergencia de opiniones que, en ocasiones, la crítica especializada y un
servidor podemos tener sobre un mismo disco, a pesar de llevar tantos años
ejerciendo tan denostada profesión. Resulta que el nuevo disco de Blue Rodeo no
es más que un disco que está bien, aceptable, irregular, con buenos momentos,
pero también momentos olvidables…Y yo pensando todo lo contrario. Convencido de
que los canadienses han facturado con 1000
Arms su mejor trabajo en años. Sigue siendo unos maestros combinando el
country alternativo con el pop y su propuesta, catorce discos después, me
parece que sigue perfectamente vigente. Probablemente este sea el disco que los
seguidores más talibanes de los Jayhawks hubieran querido que lanzaran y no Paging Mr. Proust, aunque esas son otras
guerras.
En 1000 Arms hay buenas canciones. Muchas buenas canciones. Exquisitas
melodías como «I Can’t Hide is Anymore», trotona tonada de esas que no te
cansas de escuchar, la típicamente americana «Jimmy Fall Down» que parece
salida de un disco de los Decemberists, el bellísimo track que titula el
trabajo (esta si muy Jayhawks), la oscura «Dust to Gold» o la rockera «Rabit’s
Foot». Una variada muestra, como siempre, de todos los registros en los que
pueden moverse Jim Cuddy y Colin Cripps, verdaderos motores de los de Ontario.
Un disco que, en definitiva, a mi me ha parecido fabuloso.
Sonando:
Jimmy Fall Down de Blue Rodeo
1 comentario:
Es una POM, disco fresco, limpio y con un sonido acojonante.
Salud
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