Buenas sensaciones en
Madrid, como casi siempre, reencuentro con amigos y gran concierto de Will Hoge en El Sol. Cada
vez que veo a alguien en formato acústico pienso lo complicado que es salir
airoso del mismo. No solo has de tener un buen cancionero y ser un buen
intérprete, sino que además has de saber controlar el tempo del concierto. Will
de lo primero va sobrado y en lo segundo, sin llegar al excelente, se salió bastante
bien aunque un par de temas más rítmicos no hubieran ido mal. Para mi gusto
quizá habló demasiado. Eso no es malo en una sala atenta pero a la que alguien
se pone a hablar, porque desconecta de lo que el músico dice, es fácil perder
el hilo si no andas por las primeras
filas. Quizá no era el día de hacerlo o quizá el fallo era el lugar o el
público pero yo hubiera prescindido de algunos comentarios. Eso por ponerle un
pero, claro. Porque Will estuvo toda la noche magnífico y con unas ganas enormes
de agradar, sin parar de sonreír. Sus canciones y su voz son tan grandes que
puede anonadarte en cualquier momento. Hubo situaciones mágicas por doquier: la
sala coreó ese himno que es ya «Middle of America», se rio con la dedicatoria a
Donald Trump en «Times Are Not Changing», aplaudió con «Even If It Breaks Your
Heart» y sufrió para reconocer unos arreglos nuevos preciosos para la ya enorme
«When I Can Afford to Lose». Como me dijeron al salir “si llega ser con banda
de aquí salimos en globo…”
Sonando: Til
I Do It Again de Will Hoge
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