El domingo un servidor estuvo en el
concierto de Blackberry Smoke y es hora de sacar conclusiones. Vaya por delante
que no me pareció un mal concierto, ni mucho menos, pero esperaba más, mucho
más, dada la fama que traía la banda y los comentarios leídos por las redes
sobre su concierto el día anterior en Madrid que muchos calificaban como “el
show de sus vidas”.
Ahí va mi subjetivísima lista de ítems:
1. Me
decía un buen amigo, fan irredento de la banda, que si me gustaban las cosas
perfectas Blackberry Smoke me iba a encantar. Tenía razón en que son perfectos,
impecables, pero tanta exquisitez me abruma. Me he dado cuenta que me gustan
las aristas, el rock más imprevisible. Su concierto fue, como decía mi colega,
perfecto en ejecución pero he descubierto que en esto del rock, la perfección
no me convence.
2. Actitud.
Digan lo que digan, en Barcelona no hubo. Un grupo de rock sureño (yo no creo
que lo sean) no pueden permanecer hieráticos ante los micros. Se les ve majetes
(sé que lo son) pero les falta comerse el escenario.
3. Vamos
con lo de rock sureño que otro buen amigo definió durante la velada como “del
Corte Inglés” (hilarante y bastante acertada definición). Blackberry Smoke NO son rock sureño
leches. Son otra cosa. Rock americano, guiños al sureño sí, pero también al
country o hasta al pop. Me parece algo tan evidente que no vale la pena
discutirlo.
4. Repertorio
discutible. Cargadísimo de baladas y medios tiempos. Me faltó algo más de
chicha, algo más de aceleración.
5. Comprendo
su éxito. Su música es ideal para las fórmulas americanas. Lo que hacen lo
hacen bien y diría que son disfrutables por todos los públicos, sean niños o
abueletes.
Cosas que no entiendo:
6. Sala
llena. Y me alegro. Prefiero que se llenen salas viendo rock que cualquier otra
cosa, pero no entiendo que 850 tíos llenen el Bikini y luego no haya setenta en
algunos bolos del mismo género en salas más pequeñas.
7. Algunos
dicen que estos shows son equiparables a los Black Crowes de los noventa o los Allman
Brothers de los setenta. O ellos o yo estábamos borrachos en el concierto.
8. Basta
de poses. En ocasiones la banda parecían los Eagles sin los juegos de voces (y
no lo digo como negativo). Afirmo esto porque luego la gente es muy rápida en
descalificar. No te puede gustar Blackberry Smoke y luego parecerte que los Eagles
son una mierda y por tanto el nuevo de Don Henley es edulcorado, que Kid Rock
es un vendido o no aguantar a Zac Brown. Coherencia por favor.
9. Que
la mitad de la sala piense que la banda tiene dos discos (comprobado por los comentarios).
Algo que se me antoja preocupante y más hoy en día con lo fácil que es
investigar por Internet.
10. Que
te pidan veinticinco euros por una camiseta en el merchandising. Aunque si lo
piensas, tienen estatus de grupo grande en los States y hay que pagarlo.
Sonando: Lucky Seven de Blackberry Smoke
1 comentario:
Yo estuve y la verdad es que me gusto el concierto, no fue el concierto de mi vida, pero disfrute.Dices "pero no entiendo que 850 tíos llenen el Bikini y luego no haya setenta en algunos bolos del mismo género en salas más pequeñas", en esto de la música hay mucho, mucho postureo y te lo digo porque a mis 62 años los he visto de todos los colores(los postureos).
Me encanto la version de Led Zeppelin Your time is gonna come en plan jamband acabandola con el Midnight Rider de los Allman.
Hubo momentos que si me recordaron a los Black Crowes, pero no son equiparables y menos a los Allman Brothers. Lo de las camisetas un abuso.
Salud socio
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