martes, abril 17, 2012

Karen Dalton, cuando Billie Holiday se reencarnó en un alma blanca

Tenía una voz como la de Billie Holiday y tocaba la guitarra como Jimmy Reed”. Así hablaba Bob Dylan en el primer volumen de Crónicas de Karen Dalton, a la que también admiraba profundamente Fred Neil. Precisamente gracias a Fred debutó en 1969 con It’s So Hard To Tell Who’s Gonna Love You Best, un disco que grabaron en una sola sesión para aprovechar las horas que quedaban libres tras la grabación de una serie de canciones del propio Neil. Su siguiente paso fue In My Own Time, un trabajo en el que contó con la presencia de Harvey Brooks, colaborador habitual de Dylan y bajista de las sesiones de «Like a Rolling Stone», y al que tuve el placer de conocer cuando edité el Tributo al bardo, Just To Happy To See You Smile (Hanky Panky Records). Brooks aportó una de las canciones incluidas en el disco y me contó que se estaba preparando algo sobre Karen.

Sweet Mother K.D., como la llamaban en Greenwich Village, no publicó nada más en vida. La mujer a la que Dylan dedicó «Katie’s Been Gone», incluida en The Basement Tapes, cayó en una espiral de drogas y alcohol. La mala suerte se cebó con ella perdiendo a sus dos hijos, convirtiéndose en vagabunda y contrayendo SIDA. En 1993 moría en Nueva York, en casa del guitarrista Peter Walker, cuando sólo tenía 55 años. Por sorpresa, o no, si tenemos en cuenta lo que me dijo Brooks, llega ahora 1966, un disco que en una grabación de calidad media recoge a Karen junto a su marido Richard Tucker jugueteando con una serie de canciones. La cosa no varía mucho del repertorio que Dalton interpretaba entre 1962 y 1966 en directo. Así, con el único acompañamiento de banjo y guitarra, la voz de Karen se pasea por tradicionales como «Cotton Eyed Joe» y versiones como el «Other Side Of This Life» de Fred Neil, «Shiloh Town» de Tim Hardin o, sobre todo, «God Bless The Child» de Billie Holiday que no viene sino a reafirmar las palabras de Dylan en el primer volumen de sus memorias. Un Dylan que no dudaba en acompañar a Karen siempre que podía. Como en la foto. Cuando la música es maravillosa…

Sonando: Cotton Eyed Joe de Karen Dalton

1 comentario:

Joserra dijo...

Cuando la música es maravillosa...todo es maravilloso y Karen era especial, su brown álbum es algo único Edu.