martes, noviembre 06, 2018

Sarah Shook, la niña mala del Americana nos visita


Hace unos años el impacto nos llegó con Lydia Loveless. Cuando con aquel «Steve Earle», incluido en su segundo disco Indestructible Machine,  nos volaba la cabeza muchos pensábamos que se abrían nuevos horizontes para la llegada de una buena “camada” de música hecha por mujeres al Americana. Pero la cosa no acabó de cuajar. El impacto de Loveless fue mínimo en los gustos del público norteamericano, y la presencia de chicas con un par de narices en los saraos de raíces y rock americano alternativo seguía siendo testimonial. El segundo round de ese combate tiene por protagonista a Sarah Shook, que el año pasado nos deslumbraba con su magnífico Sidelong. Feminista radical y líder de la reclamación de derechos del colectivo LGTBI en su North Carolina natal, Sarah Shook no está dispuesta a que el tren le pase de largo. Y por ello ha vuelto este año con otro gran disco como Years, demostrando que tiene mucho que decir en un estilo eminentemente masculino.

Al primero le dediqué palabras en Efe Eme como “esa frescura para facturar rock americano de toda la vida no es hoy en día tan fácil de encontrar (…).Ahí está el espíritu de Hank Williams y también el de Patti Smith. La fuerza de Waylon Jennings y la rotundidad de Mia Zapata”. Del segundo dije en el mismo medio, hace apenas unos meses que “de North Carolina sigue cantando sobre las borracheras y los corazones rotos —¿qué pasa, que las chicas no pueden hablar sobre eso? Lávate la mente, amigo— e incluso parece enfadada con la mala suerte de los protagonistas de sus canciones. Shook muestra una facilidad innata para la canción de raíces, domina las melodías y es una letrista magnífica”. Con esto pueden imaginar la excitación que siento ante su próxima visita, mañana mismo 7 de noviembre en Rocksound. Y lo orgulloso que me siento de ser, junto a mis socios de Acaraperro y Rocksound, uno de los artífices de este primer paso de Sarah por los escenarios de nuestro país. Ya les contaré, pero la cosa pinta a que no me va a defraudar.

Sonando: The bottle never lets me down de Sarah Shook & The Disarmers


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