Cuando Dan Auerbach
anunció que creaba un nuevo sello discográfico, bajo el nombre de Easy Eye Sound, el primer nombre que
puso sobre la mesa como lanzamiento fue el de Robert Finley. Tenía claro que su
primera referencia debía ser este músico de Lousiana que, como tantos otros,
empezó muy joven a tocar la guitarra. Con once años ya hacía sus pinitos
intentando copiar las melodías de los grupos de góspel que veía en la iglesia.
Pero no consiguió salir adelante como músico, por lo que decide meterse en una
banda militar a los que convence de la necesidad de incorporar una guitarra y
con la que, casi sin saber cómo, acaba girando por Europa. A su vuelta lo
intenta de nuevo, pero acaba callejeando, pidiendo dinero para comer y malviviendo
al frente de Brother Finley and The Gospel Sisters. Hastiado deja la música y
se dedica a ser carpintero, oficio que había aprendido de joven. Pero el
destino iba a jugarle una mala pasada al empezar a perder visión hasta ser
declarado legalmente ciego. Cuando todo parecía perdido, en 2015 es descubierto
por los arqueólogos musicales de Music Maker, cosa que le permite llamar la
atención del mismísimo Jimbo Mathus, que coproduce junto a Bruce Watson su
debut, Age Don't Mean a Thing (2016),
disco que le sirve para que un Auerbach, ávido de descubrir algo realmente
bueno para el lanzamiento se su nueva discográfica lo fiche de inmediato, sin
importarle que fuera un músico de avanzada edad. La cosa va rápida. Graban
primero juntos Murder Ballads, banda sonora de una novela gráfica y
luego se meten al lío. Buen ojo el del amigo Dan, porque vaya musicazo pone en
el mapa. Y es que, si algunos ya disfrutamos de aquel debut, llegando a él
gracias a la participación del líder de Squirrel Nut
Zippers, con la etiqueta
Auerbach detrás, la cosa debería alcanzar indiscutiblemente a más gente. Rodeado de unos músicos de órdago como Gene
Chrisman (Elvis Presley) a la batería, Bobby Woods (JJ Cale) a las teclas o
Duane Eddy a la guitarra, Finley lo borda en todos los terrenos. “Agarramos el
soul y el rock and roll y tuvimos esta criatura en forma de disco” dice Finley
¿Hace falta aportar algo más? Quizá que, aparte de lo citado, el blues y el
funk también se asoman en uno de los grandes discos de música negra del año que
ya se ha ido. Lo sé, no hemos hablado mucho del disco en sí, pero escuchen,
escuchen. Luego ya hablamos.
Publicado en Ruta 66
Sonando: Medicine Woman de Robert Finley
2 comentarios:
Buen disco de este grandon
Escuchando...High and Lonesome by Woodland Echoes...country rock del bueno
Se me fue la pinza con la banda, escuchando high and lonesome.. by Last of the Easy Riders
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