The Woolly Bushmen - Arduino

Simon Palombi, Julian Palombi y Jacob Miller forman The Woolly Bushmen grupo que, aseguran, se muestra igualmente influido por el primer Elton John que por Green Day, Johnny Horton, The Velvet Underground o The Cynics. Y lo cierto es que no andan desencaminados al dar referencias. Pero es que, además, son muy buenos. Este trío de Orlando presentaba el pasado 2017 su tercer disco, Arduino, y lo hacían bajo el ala protectora – en forma de producción - de un Rick Miller (Southern Culture On The Skids) que incluso les prestaba estudio. Y vaya si han aprovechado la coyuntura. Juntos se han marcado 11 canciones cargadas de magia que se mueven entre el power pop, el garage y el rock and roll más seminal. Un montón de temas tan sólidos como adictivos en los que las guitarras y el órgano alternan protagonismo con las voces, en un conjunto absolutamente devastador. Cargados de actitud, muestran una capacidad asombrosa para las melodías pegadizas y solventan con pequeñas dosis de soul y rhythm’n’blues la monotonía que muestran otros álbumes del género. En ellos esa palabra no tiene cabida. Conciben la música como diversión y así lo transmiten ¿Qué más se les puede pedir?

Publicado en Ruta 66 

Sonando: Don't Let Him In de The Wooly Bushmen

Joshua Cook & The Key of Now - The Night Chuck Berry Died

Joshua Cook se define a sí mismo como una mezcla de rock and roll salvaje, hard R & B, crudo blues eléctrico y soul. La cosa puede sonar pretenciosa, y más si uno se centra en sus discos anteriores, pero se entiende a la perfección cuando te centras en su último trabajo en vivo. Y es que si sus predecesores me parecían lastrados por una producción inadecuada, este The Night Chuck Berry Died - magnífico título -  es una prueba fehaciente de esa autodefinición citada. Catorce piezas que van a navaja desde el principio. Con un Cook ligeramente saturado en la voz, para darle más crudeza al asunto, la banda suena como un cañón. No hay más que comparar la inicial «Coming On Strong» con la original grabada en 2013 para Misadventures (part one). No hay color. Aquí se supura rock and roll, se suda blues. Y lo que en estudio parecía simplemente un ejercicio de estilo excesivamente modernizado, aquí se torna en un sonido seminal, puro. Esa es la líneas, y solo hay que esperar que sus posteriores trabajos sigan el camino que marca en este directo. Calidad y actitud le sobran. Solo ha de acertar en las decisiones, tarea tampoco fácil.

Sonando:  All Bad Things de Joshua Cook & The Key of Now

Conciertos 26/02-04/02: Depedro, The Rezillos, Los Torontos, Pike Cavalero, Eric Gales...

Intensa semana la pasada en cuanto a conciertos. Toca coger fuerzas para el Homenaje a Tom Petty que se acerca, pero también hay cositas que ver esta semana ¿eh?

Jueves 1 de marzo. The Rezillos en el Marula. Unas leyendas del punk teloneados por los ya clásicos F.A.N.T.A. Noche acelerada como pocas.

Viernes 2 de marzo. Eric Gales viene con su blues-rock a Barcelona. Tocará en Bóveda. Servidor nunca ha congeniado del todo con su propuesta, así que a Apolo nos iremos a ver a Depedro, con el que siempre me divierto.

Sábado 3 de marzo. El sábado Kathrina Records celebra su cuarto aniversario en la sala Upload. Lo hará con Pike Cavalero, Crystal Dawn ejerciendo de June Carter, The Kabooms y el nuevo proyecto de mi amigo Augie Burr y mi socio Xavi Carajillo, Los Torontos. Casi nada.

Sonando: Lost Behind de Delta Bombers

Robert Finley - Goin’Platinum

Cuando Dan Auerbach anunció que creaba un nuevo sello discográfico, bajo el nombre de Easy Eye Sound, el primer nombre que puso sobre la mesa como lanzamiento fue el de Robert Finley. Tenía claro que su primera referencia debía ser este músico de Lousiana que, como tantos otros, empezó muy joven a tocar la guitarra. Con once años ya hacía sus pinitos intentando copiar las melodías de los grupos de góspel que veía en la iglesia. Pero no consiguió salir adelante como músico, por lo que decide meterse en una banda militar a los que convence de la necesidad de incorporar una guitarra y con la que, casi sin saber cómo, acaba girando por Europa. A su vuelta lo intenta de nuevo, pero acaba callejeando, pidiendo dinero para comer y malviviendo al frente de Brother Finley and The Gospel Sisters. Hastiado deja la música y se dedica a ser carpintero, oficio que había aprendido de joven. Pero el destino iba a jugarle una mala pasada al empezar a perder visión hasta ser declarado legalmente ciego. Cuando todo parecía perdido, en 2015 es descubierto por los arqueólogos musicales de Music Maker, cosa que le permite llamar la atención del mismísimo Jimbo Mathus, que coproduce junto a Bruce Watson su debut, Age Don't Mean a Thing (2016), disco que le sirve para que un Auerbach, ávido de descubrir algo realmente bueno para el lanzamiento se su nueva discográfica lo fiche de inmediato, sin importarle que fuera un músico de avanzada edad. La cosa va rápida. Graban primero juntos Murder Ballads, banda sonora de una novela gráfica y luego se meten al lío. Buen ojo el del amigo Dan, porque vaya musicazo pone en el mapa. Y es que, si algunos ya disfrutamos de aquel debut, llegando a él gracias a la participación del líder de Squirrel Nut Zippers, con la etiqueta Auerbach detrás, la cosa debería alcanzar indiscutiblemente a más gente.  Rodeado de unos músicos de órdago como Gene Chrisman (Elvis Presley) a la batería, Bobby Woods (JJ Cale) a las teclas o Duane Eddy a la guitarra, Finley lo borda en todos los terrenos. “Agarramos el soul y el rock and roll y tuvimos esta criatura en forma de disco” dice Finley ¿Hace falta aportar algo más? Quizá que, aparte de lo citado, el blues y el funk también se asoman en uno de los grandes discos de música negra del año que ya se ha ido. Lo sé, no hemos hablado mucho del disco en sí, pero escuchen, escuchen. Luego ya hablamos.

Publicado en Ruta 66

Sonando: Medicine Woman de Robert Finley

Johnny Tucker - Seven Day Blues

Creo que el blues vive un buen momento. Cada año aparece una buena tongada de discos que destacar y que, en muchas ocasiones, revitalizan el género. Ya sea mediante nuevas propuestas y evoluciones estilísticas o directamente tirando del clasicismo. Sé que llevamos poco de año, ni dos meses, pero ahora mismo el disco que más me ha impresionado en cuanto a blues es Seven Day Blues de Johnny Tucker, un músico injustamente infravalorado.

Tucker lleva en el negocio de la música desde que en 1964 llegara a Los Ángeles, para debutar como líder de una banda tributo a James Brown. Espléndido baterista, ha tocado con Robert Cray o Johnny Otis, entre muchos otros, aunque no debutó en solitario hasta que en 2006 lanzara Why You Lookin 'At Me?. De hecho, Tucker toca la batería en uno de mis discos favoritos de folk & blues todos los tiempos, Cold and Bitter Tears: Essential Recordings de Ted Hawkins. Ahora, en 2018, publica su segundo disco solista con 15 canciones compuestas por él mismo. Grabados en riguroso directo den los Big Tone Studios de Hayward (California), los temas transitan entre el blues de Chicago de Howlin’Wolf en «Talkin' About You Baby» hasta el soul vía Sam Cooke de «Love And Appreciation (To Georgia)» o el funk marca James Brown de «Seven Day Blues».El caso es que, se mire por donde se mire, es buenísimo.

Sonando: Do Right Man de Johnny Tucker

Delta Moon, haciendo magia

¡Qué maravilla de concierto dieron Delta Moon en Barcelona! Tercera vez que los veía y tercera traca. No entiendo como los amantes del blues, del swamp-rock y del country-rock no andan reverenciándolos. La magia que consigue transmitir el dúo formado por las guitarras de Tom Gray y Mark Johnson, tras su pinta de profesores universitarios cerca del retiro, es difícilmente alcanzable para cualquier banda.  Y si no me creen a mí solo han de mirar la ristra de premios que coleccionan. No se pueden ganar más cosas en esto de la música. Son buenos, pero buenos a rabiar.

Como suelen hacer habitualmente, Delta Moon repartieron su repertorio de la noche en dos sets de aproximadamente una hora de duración. La excusa de esta visita era presentar las canciones del espléndido CabbageTown, que compartieron protagonismo con alguna que otra pincelada de su anterior producción discográfica y un catálogo de versiones que asusta.  Tres se me grabaron como grandes momentos de la noche. Un «Death Letter» de Son House magnífico. Una insuperable revisión del «Down In The Flood» de Bob Dylan. Y finalmente ese «You Gotta Move» de Mississippi Fred McDowell que los Stones se marcaran en Sticky Fingers para cerrar la primera cara del acetato. Es difícil explicar con más palabras lo que pasó el viernes en Rocksound, porque cuando la magia se apodera de esas cuatro paredes, como lo hizo, solo queda sentirlo.

Sonando: Death Letter de Delta Moon

Foto: Enric Minguillón