Existe una especie de
norma no escrita en esta Ruta bajo la cual se intenta evitar que el honorífico
título de Disco del Mes se lo lleven
directos, álbumes de versiones o recopilatorios de rarezas, con el objetivo de
beneficiar la nueva creación y dar proyección a nuevo material. Pero son
excepciones como la que hacemos con el volumen 13 de las Bootleg Series de Bob
Dylan las que acaban dotando de sentido a la norma. Porque ante semejante dosis
de talento reunida, ante la importancia de un lanzamiento de este calibre, hay
que rendirse a la evidencia y, con el permiso de los muchos y buenos discos que
este mes podrían haber optado a copar este espacio, hacerle honores (e incluso
reverencias) a lo que tenemos entre las manos.
Es curioso lo que ha
pasado con la etapa cristiana o también llamada evangélica de Dylan. Denostada
en su momento, ha tardado muchos años en empezar a ser reconocida y valorada.
No era difícil encontrar algunos de sus discos, en especial Shot of Love, en las listas de peores
obras de Dylan (probablemente con merecimiento) y aunque muchos insistíamos en
valorar álbumes como Slow Train Coming
y, personalmente, Saved, que siempre
me ha parecido una de las cinco mejores obras de su dylanísima, pocos se
paraban en ellos y sus canciones eran denostadas sin rubor, incluso por su
propio autor, que ha editado hasta doce ediciones de sus famosas series de
inéditos para llegar a esta etapa que algunos, eso sí, reclamábamos insistentemente.
Y perdonen la medallita, pero el tiempo, y la edición Deluxe de este
lanzamiento ha acabado por darnos la razón. Sí, sí. La edición Deluxe. La de
los ocho discos compactos y un DVD. Porque amigos, todo lo demás será quedarse
muy corto. Ya me dirán. Entre un doble CD con 30 canciones, una edición en
vinilo con 60 y esta Deluxe con 102 y un impactante audiovisual ¿hay color? No,
y no sirve el clásico comentario de “eso es para fanáticos”. Se equivocarían
otra vez. Esto es para amantes del rock, Sin más. Su contenido es
inconmensurable y casi inabarcable, al menos en un corto espacio de tiempo.
Cierto es que sus cuatro primeros discos empiezan con la misma canción, «Slow
Train», pero cada una de esas versiones vale su precio en oro. Igual que ese pedal
steel guitar en «Caribbean Wild», los infinitos arreglos de «Gotta Serve
Somebody» o la rotunda inercia de «You Changed My Life», por citar solo algunos
momentos.
Organizado en tres
marcados bloques, no hay relleno en esta box-set. Los dos primeros discos se
dedican a ensamblar hasta 30 temas en directo grabados en 19 ciudades
distintas, poniendo de manifiesto que, si bien puede ser cierto que
discográficamente Dylan podía flojear en algún momento, sus directos de la
época eran todo lo contrario y podríamos estar hablando de la mejor etapa de su
carrera en ese sentido. No solo por estar apoyado por músicos del calibre de
Jim Keltner o Spooner Oldham, sino porque el propio Dylan se encontraba en un
estado de forma envidiable. El segundo bloque lo componen dos discos de rarezas
y temas inéditos absolutamente imprescindibles que nos permiten descubrir o
redescubrir piezas como «Help Me Understand», «Ain’t No Man Righteous, No Not
One», «Cover Down, Pray Through» o «Thief On The Cross». Poniendo en evidencia
que, la selección de canciones convirtió en un disco menor especialmente a Shot of Love, cuando podía haber sido
una obra maestra. Y es que Dylan tampoco es infalible.
Para el tercer bloque,
DVD aparte, queda cuatro discos más en
directo. Dos destinados a la excelente actuación grabada el 27 de junio de 1981
en Londres y, sobre todo, y como joya de la corona, dos dedicados al paso de
Dylan por Toronto en abril de 1980. Muchos consideramos, en concreto, el del 20
de abril de 1980 como el mejor concierto que Bob Dylan ha dado nunca (o al
menos grabado de alguna manera) y uno de los mejores de la historia del
rock. Aquí Dylan nos ofrece buena parte
de él, mezclado con tomas de sus otras dos fechas, los dos días inmediatamente
anteriores para comprobar que el nivel se mantuvo en toda su estancia en la
ciudad canadiense. Cierto es, para qué negarlo, que servidor sigue esperando el
lanzamiento del concierto del día 20 íntegro pero ¿se pueden poner peros a
tomas como la de «When You Gonna Wake
Up?» el 18 o «Covenant Woman» el 19? La respuesta ni flota en el viento ni
hostias. No. Son magníficas. Como el contenido de esos dos discos, difícilmente
superable. Háganse un favor y gástense los cuartos, que barato no sale el tema.
Pero no se arrepentirán. Y, si no, que Dyos les perdone.
Publicado en Ruta 66 354
Sonando: When You Gonna Wake
Up? de Bob Dylan
1 comentario:
Anda¡ con tu cambio de pagina, se me habia olvidado el honorifico disco del mes (yo empece mis discos del mes con el popu1, tenian poster central y en el reverso criticas discos y por supuesto disco del mes, ahi descubri a mis ozark m.d.)dices nada de directos, casi que si casi que no...luego te cuento
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