viernes, noviembre 12, 2010

Preséntame un poeta

Me gusta la poesía. Sobre todo la sencilla. La que llega a base de palabras llanas. Cercanas. De cotidianidad. Y me gusta la música. También cotidiana. Eso ya lo saben. Por tanto me gusta la poesía que se llena de música. Los últimos dos días los he pasado con un buen amigo charlando de eso, de música, de poesía, de anécdotas, de nuestras vidas y hasta de la de los demás. Dos días fantásticos. Y suelo tener esa sensación siempre que nos vemos. Al final, antes de irse, me hizo un último regalo. Me presentó a un poeta. O mejor dicho a un POETA. Con mayúsculas. Desconocido para mí hasta ese momento. Kirmen Uribe. Un monstruo. Un maestro de la sencillez. Un nuevo ídolo para mí. Verlo en su recital de ayer fue fantástico. Precioso. Soberano. Y además, a su lado, Quique González daba el toque sonoro adecuado a unas frases llenas de sensibilidad, de misterio, de calor y, a fin de cuentas, de musicalidad. Si pueden verlos juntos, háganlo. Sino siempre pueden ponerse un disco de Quique o leer a Kirmen. Incluso combinarlo. La experiencia es gratificante, de verdad...

Sonando: Aunque tú no lo sepas de Quique González

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