Volvemos al tajo con una
reflexión que hace tiempo me ronda la sesera: la vuelta de la cinta de casete.
Claro, le tengo cariño a mis viejas cintas. Por supuesto. Sí, las guardo. Es un
tema sentimental, ya saben, pero de ahí a desear la vuelta del casete hay un
mundo.
Hay quien lo compara con
el revival del vinilo. No jodamos. La cinta de casete es, con diferencia el
peor formato que nunca ha tenido la música en cuanto a plasmación física.
Incómoda, pérdida de calidad con el paso del tiempo, roturas trágicas, calidad
de sonido justita, necesidad de bolis BIC a mano, son solo algunos de sus
muchos defectos. Compararlo con el vinilo es casi un insulto. La vuelta
del casete es un hipsterismo en toda
regla. Tener un vinilo hace que puedas disfrutar de una portada grande o de un
buen sonido, por ejemplo. Tener un casete es todo lo contrario: portada doblada en siete
pliegues y sonido deficiente. Nadie va a convencerme de lo contrario (ni de que
me deshaga de mis viejas cintas). Desde luego no esperen que yo me gaste un
chavo en una cinta de casete mientras haya otro formato. El denostado CD, por
ejemplo, se me antoja a años luz. Avisados quedan.
PS: Otro día entraré a
degüello con el precio de los vinilos.
Sonando: Letter
to my maybe Baby de The Bellfuries
3 comentarios:
Pienso lo mismo aunque el otro dia lei no se que acerca de la buena calidad que se podia conseguir en las grabaciones en cinta ... lo dicho, suena raro raro
Ya imagino dentro de unos años la vuelta del mp3, ja ja ja.
Saludos, Edu.
Si los hypsters se lo proponen, lo conseguirán, mira que han hecho con el vermouth, parece que lo han inventado ellos.
yo también conservo algunas (mi coche va con cassete), pero de eso a comprarlas....
Salud amigo
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