Él es uno de los cinco. Integrante esencial del quinteto que
bajo el nombre de The Neville Brothers ha contribuido como pocos a la transmisión
del legado musical de su Nueva Orleans natal. Lo suyo era estar tras las
percusiones, sin abandonar las tareas vocales, mientras sus otros cuatro
hermanos se encargaban del resto de instrumentos. Tiempo ha tenido, eso sí, de
construirse una paralela carrera en solitario que llega con Magic Honey a su octava entrega. Acompañado
de ilustres invitados como Allen Toussaint o Dr. John, Neville recrea el blues
marca de la casa y con denominación de origen como solo su familia parece ser
capaz de hacerlo. “Mi chica es una abeja
que hace miel mágica noche y día” canta mientras el funky, el ragtime, el
swing y el blues se mezclan de manera casi imperceptible. Se atreve hasta a
hacer guiños a la salsa o el reggae y sale vivo del entuerto demostrando que la
honestidad y la experiencia tienen mucho que decir en la forma de afrontar las
canciones de un músico de su calado. Voodoo
rhythm, ya saben. Poco más se puede añadir.
Escrito para la web de Ruta 66
Sonando: Magic Honey de Cyril Neville
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