El jueves se cumplen diez años ya de la muerte del grandísimo
Johnny Cash. Demasiado tiempo sin él, sin sus canciones, sin su presencia. Por
eso merece que le dedique esta semana íntegra en el blog; de manera nada planeada,
con lo que salga. Y lo primero que se me ocurre es hablar de Rockabilly Blues, el disco que grabó en
1980 intentando recuperar una de sus grandes influencias, menos presente en su
carrera de lo que hubiéramos deseado algunos. Porque Johnny tenía el poso de
los grandes del rockabilly, tenía la mirada salvaje de Cochran, Vincent o el
primer Elvis. Y aunque es cierto que no es un álbum de verdadero rockabilly, la
presencia de grandes como Dave Edmunds o su entonces yerno Nick Lowe (casado
con Carlene Carter), que además se encarga de la producción, le dan al disco un
empaque más fresco sin perder ese aire retro y country-rock de toda la
discografía del hombre de negro.
Cash se atreve con un tema compuesto a medias por Edmunds y
Lowe, el espléndido «Without Love», con una de las eternas versiones de su
amigo Kris Kristofferson, «The Last Time», con el «The Cowboy Who Started The
Fight» del grandísimo Billy Joe Shaver y con un tema de su otro yerno, Rodney
Crowell (este casado con Rosanne Cash) cantado a dúo con June Carter, «One Way
Rider». Además estrena «The Twentieth Century is Almost Over», tema que acabaría
incluido años más tarde en la primera aventura de The Highwaymen junto a
Kristofferson, Willie Nelson y Waylon Jennings. Con apenas media hora de duración
el álbum fue un auténtico fracaso y solo fue capaz de entrar en las listas
canadienses de country en un discreto puesto 23. Pero la buena noticia es que
acaba de ser reeditado en vinilo y muchos tendrán la oportunidad de descubrir
el discazo que se esconde tras esa portada con un Cash más de negro que nunca
parapetado tras un misterioso amago de sonrisa.
Sonando: Cold Lonesome Morning de Johnny Cash
No hay comentarios:
Publicar un comentario