Hoy me
voy a entrevistar a Xarim Aresté. Ya hablé de él por aquí hace unas semanas,
cuando estaba a punto de ir a verlo a la sala Heliogábal, en una presentación
íntima de su disco Lladregots. Ganas tengo de hablar con el bueno de Xarim y
preguntarle unas cuantas cositas que tengo apuntadas. No muchas. Con la gente
como Xarim lo que suele funcionar es acabar dejando que la conversación te de
declaraciones suculentas e interesantes para el futuro lector. Por lo pronto
ahí les dejo el texto que escribí sobre su disco para Efe Eme y que, por
supuesto, pueden leer en su página web también.
Empezaré esta reseña de forma inusual y
les contaré un par de anécdotas. Habitualmente suelo intentar preguntar la
primera vez que veo a mis amigos músicos tras algún concierto cómo les ha ido
el bolo más cercano. Dicha costumbre tiene algo de cortesía y mucho de interés
real. Son gente a la que aprecio y hasta quiero, y me gusta saber de sus
aventuras. Recuerdo especialmente una de esas veces en las que uno de mis
amigos (y por motivos obvios no diré el nombre) me confesaba que “el bolo fue
bien pero tuvimos que aguantar delante a unos tíos raros, de esos hippies que
te gustan a ti, que eran un coñazo”. A continuación vino la ristra de nombres
intentando adivinar a quién se refería hasta que dimos con él, en este caso con
ellos. Meses más tarde, otro amigo músico, famoso y que acaba de editar disco
con un reconocido productor, me confesaba “he visto a una banda cojonuda. En
Cataluña tenéis muchas buenas cosas y me han enamorado”. Ambas anécdotas se
referían curiosamente a la misma persona: Xarim Aresté.
Y me sirven estas historias reales para
reflexionar sobre lo que es la música del líder de Very Pomelo, compañero
habitual de gente como Gerard Quintana o Sanjosex, exmiembro de la banda de
Maika Makovski y revitalizador en la sombra de las canciones de Josele
Santiago. Un músico de esos que no deja a nadie indiferente y, sobre todo, con
esa expresión que tanto nos gusta utilizar a los críticos: con universo propio.
Y es precisamente la existencia de esa imaginería personal la que provoca que o
caigas rendido a sus pies o directamente rechaces su propuesta. Es cuestión de
entrar o no entrar. Quedarse en medio es imposible. No hace falta que les diga
que yo me cuento entre los primeros.
Es Xarim tipo parco, dubitativo, tímido
bajo el escenario. Todo lo contrario que su música. Ajeno a límites
estilísticos, en constante evolución y con una capacidad de adaptación que casi
asusta, Aresté es capaz de moverse en terrenos que van del rock and roll a la
rumba, de la música de autor al funk, al folk o al jazz con una facilidad
abrumadora. Fruto de una incontinencia creativa fascinante a la par que
desbordante, Xarim es capaz de publicar con su banda, Very Pomelo, uno de los
discos más interesantes del año pasado con “Radio Clotxa” para hacer lo propio
este año, en este caso firmando un nuevo trabajo con su nombre y bajo el título
de “Lladregots”.
Justificado el personalismo en el hecho de
haberse encargado de todos los instrumentos, de la grabación, de la producción
y de la lisérgica composición, Aresté se atreve a publicar estas trece
canciones simplemente “porque no sabía qué hacer con ellas”. Y a nosotros no
puede sino sorprendernos esa declaración tras la que no se esconde una falsa
modestia sino la realidad del personaje. Todo lo contrario a lo que reflejan
temas como ‘Els filòsofs’, la adictiva ‘La feinada que ens queda’, ‘La font’,
‘Esparadrap’, la dylaniana ‘L’allau’ o ‘Carnaval’; creaciones intensas,
individuales pero integradoras de un todo que sientes pero no eres capaz de
definir. Aportando aire fresco a una escena de música en lengua catalana
ombliguista y demasiado enfocada al folk más lánguido Aresté afronta sus
tonadas, a veces simples esbozos, con valentía, dándoles a cada una de ellas lo
que necesitan o, al menos, lo que él es capaz de darles en cada momento.
Magistral.
Reseña
publicada por Efe
Eme el 7 de mayo de 2013
Y aquí
va el Meeting point que le hice para el número 304 de Ruta 66:
Disco
Favorito. Iba a decir Muswell
Hillbillies de The Kinks, que es el que suelo decir, pero diré Dixie Chiken de Little Feat, porque
llevo ya un mes obsesionado con él.
Concierto
Favorito. Black Crowes en Zeleste. No estuve pero me hubiera encantado
(risas).
Canción
Favorita. La de hoy es «Ladies of the Road» de King Crimson
Película
favorita. Cometieron Dos Errores de Ted Post. Es mi favorita porque pensaba
volver a verla esta noche. Pero en realidad no lo es.
Libro
Favorito. Tao te King. Siempre me
sentí muy identificado con el protagonista
Sonando:
La Font de Xarim Aresté
Foto:
Xavi Mercadé
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