miércoles, mayo 08, 2013

Edward Herda, creando la persona que quería ser



Intento encontrar información sobre quién es ese tipo cuyo disco me tiene tan enganchado. Responde al nombre de Edward Herda pero la información sobre él es escasa, incluso en su propia página web y a pesar de contar con un blog. Él se autodefine en su Bandcamp como un escritor y narrador de historias que ha llevado muchos sombreros: comediante, director creativo y músico. Finalmente descubro su historia. 

En la primavera de 2011 y tras varios conflictos personales decide dejar su trabajo como publicista y se marcha al desierto, en concreto a un motel llamado Pioneertown. Allí, alimentándose de latas de carne en conserva y acompañado de su guitarra y otros cachivaches sonoros se dedica a componer canciones y grabarlas en un estudio móvil. Unos temas que acabarán convirtiéndose en su primer disco,  The Wondrous Folly of Vaughn Frogg. Curioso título que explica en una entrevista, la única que he encontrado en toda la red. “Bueno, la Rana es mi apodo (The Frogg) así que diría que Vaughn Frogg es un poco de mí, algo más de mí en estado alterado y algo más de mí cuando ni siquiera sabía quién era. Empecé a escribir música para enfrentarme a una ruptura que cambió mi vida. Para dar sentido a la pérdida, pero acabé descubriendo que la música es mucho más que eso. De la locura caí en el amor de una persona, de allí a la angustia y de allí al descubrimiento”. 

Asegura que sigue teniendo miedo por haber abandonado una vida acomodada y convencional para dedicarse a la música, pero que “empecé a crear la persona que quería ser”. Nunca llegó a plantearse seriamente la posibilidad de grabar un disco, ni siquiera cuando la gente que oía sus canciones se lo pedía. Pero lo hizo. Convirtió aquellas maquetas en un trabajo excelente lleno de magia. Influido por Dylan, Cash o Cohen, pero también por Mason Jennings, Josh Ritter o Connor Oberst. ¿La historia o la canción? Asegura que se pregunta constantemente. Y la respuesta la tiene clara: las dos. Y así convierte sus pensamientos en tonadas que hacen reír y llorar, bailar y reflexionar. Impresionante.

Sonando: Toy Guitar de Edward Herda

1 comentario:

Anónimo dijo...


Thanks pertaining to delivering this sort of superb content.