Hora intempestiva, más de post concierto que de concierto, cuando Al
& The Black Cats se subían el sábado al escenario del Rocksound. A las
cercanías de la medianoche nos había llevado previamente el hard rock
competente de los irundarras The Inductions, eso sí, ligeramente fuera
de lugar. Con ganas de descargar su dosis
habitual de punk’n’roll llegaron Al y sus gatos negros para comerse una
sala con unos tres cuartos de entrada que hacían preveer una buena noche
de rock and roll. Y así fue, asentados en un sonido que los mueve entre
Rancid, los Clash, los Ramones y hasta Johnny Burnette, fueron
desgranando los temas de sus tres discos (el cuarto están grabándolo en
estos momentos) y hasta arriesgaron con una sorprendente versión del
«Stand By Me» de Ben E.King, totalmente inesperada. Disfrutaron e
hicieron disfrutar. Consiguieron que la sala saltara, que se sentara en
el suelo y que siguieran con atención un concierto espléndido con una
sorprendente por inhabitual presencia femenina en las primeras filas.
Vini, Vidi, Vinci que decía Julio César.
Reseña publicada en la web de Ruta 66
Sonando: Hell Is The Only Place de Al & The Black Cats
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