Llaves negras en estado de gracia

Delicatessen. No se me ocurre otra palabra para describir el nuevo disco de los Black Keys. Lo reconozco. Soy de los que pensaban que con Attack and Release, Dan Auerbach y Patrick Carney habían llegado a su cima creativa. Pensaba que nunca podrían igualar un disco tan grande. Era demasiado bueno. Luego Auerbach se saca de la manga un disco en solitario más que notable para hace unos meses publicar Blacroc, una especie de experimento en el que ponían música a diversos artistas de hip hop. Para mí, sólo aceptable.

Carney asegura que en este disco, él y Auerbach se han dejado ir. No se han puesto restricciones y que eso hace que sea el disco que más se acerca a lo que ellos entienden como sonido Black Keys. Pues qué bien. Porque en este disco hay mucho groove, mucho blues, mucho soul, mucho garaje…y me gusta, me gusta, me gusta….Los Keys han evolucionado de un blues oscuro y pantanoso en sus primeros discos a algo con mucha más luz pero sin perder la esencia, claro está. Aquí suenan ecos de Howlin Wolf o Screamin Jay Hawkins, de Flat Duo Jets o T-Model Ford, pero también de Isaac Hayes, de Al Green o de Marvin Gaye. Eso sí, recuerden, son blancos. Y eso lo hace todo más grande porque demuestra que es posible hacer música grande sin importar el color de la piel. Tanto en un sentido como en el otro. 15 temazos y punto.

Brothers, así se llama este nuevo disco de nuestras llaves negras. Está grabado en los Muscle Shoals Sound Studios y suena increíble. Se publica el 18 de mayo a cargo de Nonesuch y piensan presentarlo con un concierto en el Central Park de Nueva York el 27 de julio. Quién pudiera…

Sonando: Next Girl de The Black Keys

Reseña en Ruta 66

Ahí va la reseña que Alfred Crespo nos dedica a los Chinaski en el ruta del mes de mayo ¡Gracias Coco!

"Son muchos y son uno. Asociación mutante y sorprendente, tienen siempre la figura y el modo de entender la música de Santi Campos. Si su apreciable trabajo anterior, también publicado bajo el sello indiano, irradiaba una cierta tensión y también transmitía tensión interpretativa este "tributo velado a S.C." que no lo es tanto, por evidente, fluye a ritmo de buen roll, compañerismo palpable y buenas canciones. Buena parte de ellas son de Campos, pero Eduardo Izquierdo no se queda atrás y aporta magníficos temas propios y demuestra conocer el terreno que pisa, fisgando en el interior de la mente de Santi e interpretando a la perfección sus pensamientos. Así «Bob Dylan» se transforma en un pedazo de soft-rock angelino, «Confesión» se convierte en un adictivo acierto que cuesta expulsar de tu cerebro y la austera «Duérmete mi vida»- mano a mano con Maika Makovski- confirma lo que ya insinuaba minutos antes la emotiva «Por quién ríe Baby June»: que lo único no justificado en esta ocasión es el nombre de la banda. El disco no huele a alcohol ni deja el cerebro dolorido como una resaca bukowskiana; desprende la agradable sensación del abrazo sincero tras culminar con éxito una buena canción, transmite la ilusión de escuchar latir un corazón recién estrenado. Produce con su habitual eficacia y calidez Álex Vivero"

Sonando: Mi mansión de Hendrik Röver

¿Por qué pájaros?

Lanzo primero una parte de su nota de prensa. “Los Whybirds representan lo mejor de la música rock de las últimas cuatro décadas. Imaginen las armonías vocales de los Byrds y The Band, las composiciones de Bruce Springsteen, Tom Petty y Steve Earle y el sonido de los Black Crowes y Pearl Jam. Eso es The Whybirds”. No podemos negar que grandilocuente la notita es. Demasiado, para mi gusto. A mi me parecen un grupo excelente con cosas muy destacables pero tampoco hay que pasarse. No creo que a las bandas les hagan demasiado bien ese tipo de notas de prensa. Anécdotas a parte, enganchadito ando al disco de marras. Últimamente combino mis obsesiones temporales (ahora estoy con el nuevo disco de Hendrik Röver y sigo con Costello) con otras más puntuales que tampoco se quedan atrás. Llevo tres o cuatro días haciendo lo mismo. Salgo de casa y voy camino al bus con Hendrik. Cuando acaba el disco, ya en el bus, sigo con Costello. Llego al curro y pincho diferentes discos a lo largo del día. Pero cuando salgo lo tengo claro. The Whybirds ¿Y por qué pájaros? (Chiste fácil que venía a cuento).

Pues estos caballeros son de Bedford, ciudad situada a 30 kilómetros de Londres. No son americanos pero lo parecen más que John Wayne. Tocan poco, ni siquiera en su país porque son unos auténticos desconocidos. Son cuatro, los cuatro componen y los cuatro cantan. Todos de manera notable. Uno de ellos parece una especie de Bon Jovi country (siempre defenderé a Jon como un buen cantante aunque otra cosa sean las canciones) y otro es una especie de clon de Bruce Springsteen con toques de Kevn Kinney.

Otra de las buenas es la definición que hace de ellos la revista británica Oxford Nightshift. “Suenan como si Pearl Jam tuvieran una pelea a puñetazos con los Allman Brothers en el patio de Don Henley”. Y otra revista inglesa llamada Americana UK dice de ellos que “tienen algo de Uncle Tupelo, algo de Lynyrd Skynyrd y algo del primer Tom Petty” y reseñando uno de sus escasos conciertos comenta “allí estaban cuatro tipos enamorados del 73. Skynyrd cara a cara con Steve Miller y Bob Seger con sus canciones de Costa Oeste a lo Little Feat”. Pues después de su LP de debut llamado como ellos y editado en el 2008 y el EP Tonight de 2007, acaban de editar su segundo larga duración, Cold Blue Sky. En el disco se incluye «The Losing End», la mejor canción que Bruce Springsteen ha hecho en los últimos 15 años con un único pero. No la ha hecho Bruce Springsteen sino los Whybirds. Y el resto. Temas directos. Algunos soberbios, otros sobresalientes y otros, los menos, simplemente notables. Muy buen grupo a tener muy en cuenta. Yo sólo aviso.

Sonando: The Losing End de Thw Whybirds

El otro Elvis

Ando de lleno metido en la discografía de Elvis Costello. El gafotas y yo teníamos cuentas pendientes. Siempre me habían gustado las cosas que había oído de él, discos clásicos a parte, pero nunca había acabado de meterme del todo con su carrera. En sus últimos discos sí peor en los anteriores apenas escuchas sueltas. Más por pereza que por otra cosa. De hecho, al principio, le tenía hasta manía por llamarse Elvis. Elvis sólo podía haber uno. Aunque la cosa cambió cuando me enteré que el bueno de Patrick MacManus escogió su nombre artístico precisamente como homenaje al rey. Eso ya era otra cosa.

Costello está entre los grandes. Eso no hay quien lo discuta. Quique González me decía hace unos meses “es que Costello sale bien de cualquier embolado en el que se meta. Decide hacer un disco de clásica y le sale bien, hace uno de soul y le sale bien, se va al americana y lo borda..”. Y qué razón tenía mi amigo Quique. De momento he sucumbido y en Second Spin me he hecho con la mayor parte de su discografía que me faltaba, en CD, mal que me pese, pero es que a 2 $ cualquiera se resiste. Algunos, como Almost Blue, quizá el mejor disco de versiones de todos los tiempos, los tengo en ambos formatos. En vinilo la edición sencilla y en CD con sus bonus tracks. Hasta 39 temas. Una locura. Y en julio este tipo estará por aquí compartiendo cartel con Kris Kristofferson. En concreto en el Jazzlandia en Donosti. Penita que no podré ir. A ver si se le ocurre escaparse a tierras catalanas, hombre….

Sonando: Sweet Dreams de Elvis Costello

Pequeño chasco

Eso es lo que me he llevado al oir el nuevo disco de Solomon Burke. Uno de los grandes que aún nos quedan. Su nuevo disco, producido por Willie Mitchell, lo siento, pero no tiene el nivel de la excelente trilogía que forman Don’ Give It Up On me, What You Got y Nashville. Con Like a Fire, en 2008, ya se bajó el nivel. Y con éste me atrevería a decir que está incluso por debajo. No entiendo muy bien el por qué ¿Producción? ¿Canciones? El grandote reverendo Burke era de esos tipos que amenazaban con un final de carrera casi al mismo nivel que sus años gloriosos o más. A lo Cash. Pero con estos últimos dos discos, aunque lo siga pareciendo, lo hace un poquito menos. Eso sí. Esa voz sigue ahí ¿eh? Nothing’s Imposible no es tampoco un descalabro ni un disco inescuchable. Se deja escuchar y mucho. Incluso se disfruta. Quizá, simplemente, es que la trilogía que citaba antes es demasiado grande…Puede que Solomon vuelva a sorprendernos en el próximo ¡Quién sabe! Haciendo un chiste fácil, nada es imposible.

Sonando: Oh What a Feeling de Solomon Burke

¡Qué bueno Chuck!

Ese era el comentario generalizado al salir ayer del Teatro Zorrilla del bolo de Chuck Prophet ¡Qué bueno! ¡Qué conciertazo! Imperdonable para cualquier amante de los sonidos americanos haberse perdido esta gira. Prophet está en mejor forma que nunca y su último disco se me antoja el mejor de su carrera, y me atrevo a incluir aquí sus tiempos en Green On Red. Y eso que el Zorrilla es un terreno difícil, sobre todo cuando, como ayer y de manera incomprensible, apenas roza la media entrada. El Blues & Ritmes es un proyecto cojonudo, en el que Jordi i Guillem invierten cada año su esfuerzo e ilusión consiguiendo traer a este país a gente que de otra manera sería casi imposible ver. Un ejemplo claro es la próxima vistita de Randy Newman. Quizá por eso acabamos el bolo haciéndoles reverencias.

Pero el Teatro Zorrilla, lugar habitual de esos conciertos, no deja de ser un teatro y a algunos no se nos hace el lugar más adecuado para ver rock and roll poderoso como el que ayer vino a darnos Prophet. La solución, fácil. Que el artista haga como Chuck ayer. Darlo todo desde el primer momento y encargarse él de calentar el ambiente, por lo menos en cuanto a lo musical. Una pega, por poner una, es que fue un poco escueto con los bises y apenas nos dio una canción como guinda. Pero cuando en un bolo de más de hora y media todo el mundo sale diciendo que se le ha hecho corto, por algo será ¿no? Soberbio concierto. Desde ya a la lista de lo mejor del año.

Sonando: Let Freedom Ring de Chuck Prophet

Bolazo ayer, bolazo hoy

Bolazo el que se marcó anoche Scott H.Biram en la Sala Rocksound. Los seguidores de este blog ya saben que situé su disco como el mejor editado el año pasado y ayer no hizo sino confirmar en directo que es una auténtica bestia del escenario. Blues del siglo no ya XXI sino XXII. No se me ocurre mejor definición que la del amigo Celeiro en su excelente blog “Scott despoja al rock de todo su oropel y lo deja en carne viva, desecha el componente lacrimógeno del country para arrastrarlo hasta el barro y revolcarlo en callejones oscuros mientras palpita el hálito más primitivo del blues”. Inmenso.

Y hoy más, hoy toca, nada más y nada menos que Chuck Prophet y encima en un teatro, en el Zorrilla de Badalona dentro del Festival Blues & Ritmes. Con el discazo que se marcó el ex Green On Red el año pasado y que ya hemos destripado por aquí está claro lo que se puede esperar esta noche, Rock and Roll. Great.

Sonando: Hospital Escape de Scott H. Biram

Chinaskis en las tiendas

Está en tiendas. Y la foto que acompaña el post lo demuestra. Nuestro segundo disco ya se puede comprar en FNACs (curioso, entre Fito & Fitipaldis, Fangoria y La Guardia) y también en algunas tiendas más pequeñas. Llamadme pesado pero es que uno ha de intentar vender discos si quiere seguir haciéndolos…Ahí van algunas cosas que se han dicho de nosotros, tanto del primero como del segundo disco, y que agradecemos enormemente, por supuesto….

¿Qué hacen un maldito del pop underground, un chalado del rock americano y un colaborador de la revista Ruta 66 en un mismo grupo? Mierda de la buena, como diría Bukowski. Alfred Crespo. Ruta 66

Los Hijos Bastardos de Henry Chinaski es uno de esos conglomerados que aparecen de vez en cuando y que nos regalan auténticas joyas musicales. Bad Music

Esta banda de interminable pero original nombre supone una manera diferente de entender la música rock. Lo suyo es la inmediatez, la música sin complejos. Su filosofía parece clara: tocar por diversión. Papá Hank estaría orgulloso de ellos. J.F.León. Sonicwavemagazine

DonTrasto, hoy no deja de dar vueltas a uno de los diez temas que se incluyen en el primer disco de "Los Hijos Bastardos de Henry Chinasky" (Editado por Rock Indiana). Una de esas canciones con trazas de un rock americano sublime, con una letra que de largo despunta sobre la mediocre y insulsa capacidad de algunos elementos que campan alegremente por el cosmos del pop patrio. Un grupo con grandes influencias como The Jayhawks, Golden Smog, y un sin fin de buenos recursos musicales. Don Trasto Blog

Siete temas propios más -uno de ellos justificando el nombre del grupo al tomar prestados versos de Charles Bukowski- completan una obra que no cambiará el rumbo de la música hecha en nuestro país, pero sí podrá situarse con orgullo junto al legado que van acumulando las bandas de origen de sus componentes. Suma y sigue. Xavi Llop. Mondosonoro.

Y, por supuesto nuestra “enooooorme” nota de prensa…..

(…)Reconfortante y cálido como esos primeros rayos de sol que se cuelan por la ventana presagiando el final del invierno. No te resistas, déjalos entrar. Manel Celeiro.

Ultrasonica nos situaba con nuestro primer disco en el puesto 51 de los mejores discos nacionales de 2009 (lista completa), cosa que para mí, ya es un triunfo teniendo en cuenta el espíritu del proyecto. Y encima nos sitúan por delante de gente que ha hecho auténticos discazos como Love of Lesbian, Nu Niles o Pajaro Sunrise. Mil gracias.

Ya saben, para pedidos a hijosdechinaski@gmail.com o directamente a la web de Rock Indiana, http://www.rockindiana.biz/ . Y si alguien deja sus impresiones por aquí pues mejor que mejor….

Sonando: California Stars de Billy Bragg & Wilco

El número 9 de Burton

Soy fan de Tim Burton. Me parece uno de esos directores que ha sido capaz de crear un imaginario propio que, te guste o no, lo hace tremendamente personal. Es casi imposible no ver una película en la que Burton haya puesto sus manos ya sea como director, como productor o como guionista y no darse cuenta de su presencia. La última que me he “zampado” ha sido Number 9. Un thriller post-apocalíptico en 3D en el que Burton ejerce el papel de productor y Shane Acker se encarga de la dirección. Nada nuevo en el horitzonte. Personajes extremos llenos de alma con la esencia burtoniana. Impecable y emocionante estéticamente, la voz de la versión original corre a cargo de Elijah Wood, ya saben, el Frodo del Señor de Los Anillos. Una historia con la que el guión tiene más de un paralelismo, por cierto. El ojo de Sauron se nos representa aquí en el jefe de los malos, vemos personajes raptados cual hobbits y amigos que van a buscarlos, batallas imposibles vencidas…..Como siempre la Banda Sonora corre a cargo de Danny Elfman, igual que en Nightmare Before Christmas y que, para quien no lo sepa, es el autor de la canción principal de los Simpson. A mi me ha encantado. Apúntenme burtoniano a mi lista de “defectos”….

Sonando: Strange de Elvis Costello

El país de la pandereta

Somos el país de la pandereta. Yo hay cosas con las que no puedo. Y una de ellas es ser inculto y disfrutar siéndolo. No quiero pecar de talibán. Está claro que no todos hemos tenido la misma suerte y las mismas posibilidades de acceder a una educación pero regodearse de ello me saca de mis casillas. Y todos no sabemos lo mismo de lo mismo. Eso está claro. Yo, por ejemplo soy un negado en física.

Todo esto viene a cuento de un concurso de televisión que enganché el pasado viernes a eso de las 9 de la noche, no recuerdo la cadena. El concurso, presentado por Carlos Sobera consiste en ir diciendo elementos de una lista que el presentador te propone, por ejemplo, ríos del sur de España o nombres de sombreros. El que más dice de dos parejas llega a la fase final en la que creo que pueden llegar a llevarse 50.000 €uros. Pues bien una pareja se planta en esa gran final, Sobera abre el sobre y les dice “elegid, lista sobre música rock o sobre geografía”. Ellos eligen música rock. Bien, aparentemente más fácil. Además aseguran que les gusta mucho el rock. El colmo es la pregunta: “nombres de integrantes que en algún momento hayan sido miembros de los Beatles, los Rolling Stones, los Who o U2”. Diciendo 15 se llevan 50.000 €uros. Con 12 se quedan en 25.000. Cuento mentalmente y pienso, teniendo en cuenta que la gente de la calle no suele conocer a Pete Best, Stuart Sutclife o Mick Taylor, dudo que lleguen a los 15 pero en 7 o 8 se plantan con los ojos cerrados y me dispongo a ver lo que hacen. Resoplan “¡qué difícil ¡¿no?” Sueltan….”Teníamos que haber cogido Geografía”. Respetable aunque incoherente con su "nos gusta mucho el rock". Yo, que insisto soy un negado en física, podría decir quince elementos relacionados con la física y para para mí los nombres de los Beatles o los Stones son cultura general, la física no. Aunque, incluso, no critico tanto no saberlo, que ya tiene tela, como reírse de ello.

Empiezan. Paul McCartney. Bien. Siguen. John Lennon. Bien. Siguiente “el de los tambores como se llamaba?”. Ay,ay, ay, llamar al batería el de los tambores ya dice mucho de ti. “Ah, sí, Ringo Starr”. Bueno. “El otro de los Beatles no me acuerdo”. Sobera les da pistas. Canta «My Sweet Lord», les dice que su santo es el día de Sant Jordi y que su nombre tiene el apellido del actor que hacía de Indiana Jones. Los concursantes siguen dudando y mis ganas de estrangularlos aumentan. “Ah, sí", dice él, "George Harrison”. Se abrazan. Correcto. Han conseguido decir el nombre de los 4 Beatles y se sienten orgullosos. Ole sus huevos. Sobera inquiere”hay que decir más, os faltan dos para tener asegurados 2.500 euros, venga dos más”. Los concursantes se miran…..”No tenemos ni idea”. “¿cómo? si os faltan los Rolling Stones..”. “Ah, es verdad, pues Mick Jagger y el de las cenizas” ¡argggggggg! ¡El de las cenizas es el guitarrista más importante de la historia del rock probablemente! ¡Cómo se puede ser tan lelo! Además se ríen, bromean “¡es que es muy difícil!” Dicen Mick Jagger. Vale, uno más y tienen 2.500 €uros. Sobera alucina. “¿Y de U2?”. “Ah” contestan “es verdad, es que habías dicho los jul o algo así” ¿los jul? Los putos Who, joder…….La ejecución igual es excesiva pero como decía el gran Eugenio, una buena paliza sí que se merecían. Como era de esperar dicen Bono. Bueno, 2.500 €uros asegurados aunque yo se los hubiera quitado por tontos del culo. Siguen riendo. Qué buenos somos. Sobera insiste “¿seguimos jugando?”. ¡Y no! Los tipos se plantan y se quedan tan anchos y tan felices. Sobera les suelta alguna perla “hombre, para vosotros que teneis alrededor de los 35 años esta pregunta no era tan difícil”. “No poco” contestan….El pobre presentador alucina y les dice la lista de los posibles candidatos que les faltaban: Keith Richards (”ese”, sueltan los dos, “el de las cenizas”), Ron Wood, Charlie Watts….las caras de los concursantes son para verlos, nombres que en su vida habían oído…..Brian Jones (”a ese lo conocerán en su casa y poco más” dice él, con el poco más se debe referir al 25 % de la humanidad “con lo que a mí me gusta la música”. Pues serán los pasodobles chaval….), The Edge, Larry Mullen Jr, Adam Clayton, Roger Daltrey, Keith Moon, John Entwistle…..Alucinan con los nombres. Vale yo entiendo que no todo el mundo ha de saber los nombres de todos los Who. Pero ¿Keith Richards? ¿The Edge? Y si no, al menos, puedes decir “oye mira, es que a mí el rock me importa un pimiento y pase. Sólo conozco nombres de DJs”. Pues muy bien. Pero no puedes decir que la pregunta es difícil porque a ti te gusta mucho la música. Es como si te preguntan quien es el rey del rock y contestas que Robbie Williams después de quejarte por la dificultad de la pregunta…Y sí, para el que se lo esté preguntando, para mí, saber el nombre de los Beatles o que eran de Liverpool me parece cultura general. Ya lo he dicho antes y lo mantengo. Y punto. Eso sí, seguro que les preguntan la alineación del Real Madrid y la dicen de carrerilla. Pan-de-re-ta....

Sonando: My generation de The Who

Beck y sus amigos hacen discos

Me encantan las versiones, ya lo sabeis. Y aunque no soy un gran fan de Beck, debo reconocer que es un personaje que siempre me ha atraído. Por varios motivos. Primero porque nació en esto de la música ya con vitola de genio. Segundo porque se rodea de gente a la que admiro muchísimo. Por ejemplo, Jack White es íntimo amigo suyo y llegaron a grabar juntos un EP del «Conquest» de los White Stripes. Y tercero, que Tom Waits diga que es su músico joven favorito debe significar algo. Tengo tres discos de Beck Hansen, Odelay, el aclamado Midnight Vultures y Modern Guilt. Me gustan, sin más, no me vuelven loco epro extrañamente sigo conservando interés por el personaje y su música.

Y de golpe el tipo anuncia que se va a dedicar a grabar versiones de discos ajenos completos. Interesante. Empieza con The Velvet underground & Nico. Aceptable, casi notable. Baja un pelín el pistón con Songs of Leonard Cohen. Quizá el hecho de que no soy un gran fan del poeta canadiense influye en mi percepción del disco. Pero ay, la tercera edición es ¡OAR! Se trata, nada más y anda menos que del primer disco en solitario de Alexander Skip Spence. Cantante de Jefferson Airplane y, sobre todo, cabeza pensante y líder de los enormes Moby Grape. El disco, publicado en 1969 es uno de esos tesoros ocultos y Beck lo saca del baúl para actualizarlo. Fantástico. Cuando me pongo a temblar es cuando veo a la banda elegida para acompañarle en la experiencia ¡tachán! Wilco, o mejor dicho, WILCO. Así, con mayúsculas. Y no queda ahí la cosa, Jamie Lidell y Feist también andan por ahí. El resultado, claro está, es emocionante y soberbio a partes iguales. Entre soul, rock americano y pop. Todo muy bien cuajado y perfectamente llevado a su punto de ebullición. Y el dueto Tweddy-Beck en «Margaret Tiger Rud» es de esos que dejas guardados en tu recuerdo mucho tiempo. Babita.

Sonando: Margaret Tiger Rud de Beck

Jesse y la banda social de San Marcos

Ya anda por mi iPOD el nuevo disco de Jesse Malin. Recuerdo el primer disco suyo que compré. Fue No Lunch de D-Generation y me costó 500 pesetas en la ya desaparecida Discos Balada de la Calle Pelayo de Barcelona. Me encantó aquel disco. Qué rabia, qué fuerza. Era punk-rock de verdad. No del hecho para la MTV. Como todos sabeis la banda se acabó y Jesse Malin decidió unir sus fuerzas con Ryan Adams para iniciar su carrera en solitario. Algunos le criticaron pero a mí no se me ocurría mejor opción para hacerlo. Se entendían, tenían más o menos la misma edad, los dos amabn el punk pero también la música de raíces americana ¿dónde está el problema? Todo se acabó con la publicación del primer disco en solitario de Malin. The Fine Art of Self Destruction (2000) fue alabado por la crítica y el público por igual. Un disco más influido por Dylan que por los Ramones. Producido por Adams, cuatro estrellitas en Allmusic y tres en la Rolling Stone no están nada más para un debut.

Conocí a Malin hace dos o tres años. Quedé con él para una entrevista para el Ruta en la sala Privat de Mataró. Da gusto cuando admiras a alguien llegar y comprobar que es el tipo más normal y afable del mundo. Y eso es lo que pasó con Jesse. Preocupado porque el ruido de la sala igual se colaba por mi grabadora y luego no iba a poder transcribir mi entrevista. Me invitó a beber, me explicó leyendas sobre él que no eran ciertas y otras que sí lo eran. Reímos y charlamos como si nos conociéramos de toda la vida. Él estaba presentando Glitter In The Gutter, un disco que a mí me parece realmente bueno y que esconde joyas como esa «Lucinda» dedicada a la gran Lu Williams.

Y ahora llega Love It To Life, su nueva entrega, en el que se hace acompañar por una banda a la que ha llamado The St. Marks Social. Y el disco vuelve a ser sabroso, sabroso. Malin domina a la perfección ese terreno entre el americana y el rock más clásicos con evidentes dejes punks que provienen de su pasado. Abre rockero y luego se suaviza para ir soltando algún ramalazo potente. Me ha encantado. No será el mejor disco del año, ya os lo digo. Pero Malin se está convirtiendo en un tipo más que fiable a la hora de ir a comprar un disco suyo y eso no lo puede decir cualquiera.

Sonando: St Mark’s Sunset de Jesse Malin

Like a rolling stone

Probablemente la mejor canción de la historia. Y sin probablemente casi también ¿Cuántos adjetivos podrían ponérsele a esta canción? Y todos positivos. Esas dos baquetas del principio, es manera furiosa de arrancar….La canción rock por antonomasia. Una enciclopedia viva de cómo hacer una gran canción. Con sus dosis de genialidad y, por supuesto, sus dosis de casualidad o suerte, como la intervención inesperada y decisiva de Al Kooper…

Hace años compré en Londres Like The Night Revisited, un libro de CP Lee que se centraba en el famoso concierto en el Manchester Free Trade Hall y. en concreto. en el momento en que Dylan, con su paso a la electricidad, es llamado Judas. También se le da una especiala atención a la rabiosa versión de «Like a rolling stone» que provoca el ambiente enrarecido con unos The Hawks enormes (aún sin cambiar su nombre a The Band). Las notas del libro las firma Greil Marcus. Y hace unos días me llegó, Like a rolling stone, Bob Dylan en la encrucijada, el libro que el propio Marcus dedica a tamaña obra magna. Sólo una cosa. Léanlo. Tanto los iniciados como los no iniciados en Dylan. Da igual porque el autor nos sitúa previamente en todo el contexto histórico-social. Alucinante ¿Sabían que «Like a rolling stone» es la canción favorita de Phil Spector y que hasta que no la oyó no dio por concluida la confección de su famoso Wall of sound? Pues esa es una de las muchísimas cosas que nos revela el libro de Marcus. Háganse un favor, ya saben.

De «Like a rolling stone» existen cientos de versiones. Unas mejores y otras peores, claro ¿Nunca he contado que colecciono versiones de Dylan y en concreto de esta canción? Pues sí, freak que es uno. Mis favoritas son varias. Por “americana” la de los Drive By Truckers en el volumen dedicado a Highway 61 Revisited editado por la revista Mojo, por emotiva y los recuerdos que me trae la de John Mellencamp en 30 Aniversario del maestro y por espectacular e insuperable la de Phil Flowers & The Flower Shop que, por cierto, ayer sonó en Sentido Común. Qué canción, madre mía….

Sonando: Like a Rolling Stone de Phil Flowers & The Flower Shop

El tiempo está de mi parte

Una de las preguntas que más suelen hacerme es como tengo tiempo de oír tanta música. Les contaré un secreto, primero porque en el trabajo puedo tener de vez en cuando unos cascos puestos y pincharme algún disco. Sin esconderme, es decir, que tengo permiso para hacerlo mientras sigo currando. Y ahora les contaré otro secreto. Ganas y prioridades. Como todo en la vida. Yo priorizo oír música a ver televisión, por ejemplo. Cada día suelo escuchar como mínimo cuatro o cinco discos. Eso los días que menos. Es fácil de entender. Me levanto y mientras enfilo el camino del autobús y lo cojo suelo oír uno y a veces empiezo otro. Durante la mañana, si no tengo muchas llamadas, cae uno o dos más. Me sabe mal estar todo el día con los cascos puestos y por eso no oigo más. Por la tarde, otro seguro y uno más volviendo de trabajar. De acuerdo, los discos que escucho en el trabajo no me sirven para ser analizados porque no estoy concentrado en ellos peor sí me sirven para descartar o para encontrar detalles. De golpe, estás metido en una hoja Excel y piensas “joder, qué guapo este riff de guitarra” y ya sabes que has de volver a ese disco en breve para prestarle la atención que se merece. O lo contrario, discos que pasan por tus orejas y no te llegan al oído, si me permiten la licencia. Esos también e ganan otra escucha pero para decidir si pasan directamente a la lista de olvidados definitivos. El tiempo, como todo, es relativo aunque existe, claro. Y más para un estresado de nacimiento como yo. Esa es la respuesta a que casi cada día pueda haber en este blog alguna entrada relativa a algún disco. No hay más.

Sonando: Time is on my side de Irma Thomas

Jerry Moore, músico de culto

Hay músicos cuya carrera nace, irremediablemente, con la etiqueta de “de culto”. Pocos lo son realmente. Casi siempre es una etiqueta usada para dar más empaque a un disco, para hacerlo más “in”. Pero si alguno realmente se merece dicho calificativo no se me ocurre mejor tipo que Jerry Moore. Pocas cosas se pueden decir de Moore. La información sobre su carrera es casi inexistente incluso en Internet. Datos biográficos que rozan prácticamente el misterio. Por lo poco que se sabe de él, parece ser que Moore era un predicador que intentó ganarse la vida como músico cercano al folk ¿dónde? por supuesto, en Greenwich Village. Empezó tocando en un grupo llamado Children of God interpretendo sólo espirituales. En él le acompañaba en las tareas vocales su hermano Don. Rápidamente tuvo una oferta para grabar su primer y único disco, Ballad of Birmingham, un excelente conjunto de canciones con las que se le suele comparar a gente como Tim Buckley, Richie Havens o Terry Callier pero mucho más espiritual, como no. Su disco se reeditó cambiando su nombre por el de Life Is A Constant Journey Home ¿o fue al revés? Tampoco está claro, pero es fácil encontrar dos referencias de Moore aunque ha de quedar claro que se trata del mismo trabajo con exactamente las mismas canciones. Un álbum fantástico con instrumentación sencilla pero cuidada y evidentes guiños al jazz y al soul. Todo un iluminado para la época, Moore fue un incomprendido en el Village. A pesar de poseer una voz fascinante y un talento deslumbrante su carrera empezó y acabó con ese fantástico disco. Sólo 7 canciones publicadas en 1967 que dejaban muestra de una capacidad innata para las melodías más bellas y los arreglos más adecuados. Pero nada. Moore se retiró, colgó la guitarra y dedicó el resto de sus días a jugar a basket en las calles y a predicar la palabra del Señor. Hoy sus canciones iluminan mi lunes…

Sonando: Anti Bellum Sermon de Jerry Moore

Un gran tipo

Hablar de un amigo no es tarea fácil pero ya le tocaba aparecer por aquí al bueno de Jaime Anglada. Un tipo con el que me une una relación curiosa, por lo menos en lo que respecta a sus inicios, porque nos conocimos en una especie de atraco mano armada. Yo era el atracador, Jaime la víctima. Servidor montaba con el gran David Celis, dueño de la Escuela de Música El Ressó un festival de música en acústico en Viladecans,en la sala Dada. Pensé que Anglada sería un buen nombre para el cartel y ni corto ni perezoso me puse en contacto con él y le pedí que viniera a cambio de prácticamente nada. Creo recordar que le pagamos 60 €uros y él nos pagó la cena a nosotros ¡juas! Pero en aquel momento, y hablo y de hace unos cuantos años, se inició una amistad que hoy todavía dura. Anglada es un buen tipo. Un encanto de persona. Entrañable. Un rockero de pro al que tuvimos en casa la semana pasada y que aceptó, por ejemplo, venir a cantarse unas canciones a la boda de mis cuñados a cambio, otra vez, de nada. Porque él es un viejo rockero y además es mi amigo. Tiene nuevo disco, Stereo. Como no, para él, su mejor disco. Es normal. Yo todavía no puedo decirlo pero le tengo un especial cariño a Nunca Tendremos Graceland, su disco de 2003. Este Stereo lo ha producido Pablo Ochando, componente de los míticos La Granja, y en él han tocado Toni Jurado y Mac, miembros de la sección rítmica de Ariel Rot y el inseparable compañero de fatigas de Jaime David Gwynn. Canciones directas con una producción muy a lo E Street Band. La voz de Jaime en plena forma y los sentimientos, como siempre, a flor de piel. Es mi amigo ¿qué queréis que os diga? El disco es bueno. Yo lo veo así aunque mi opinión sea subjetiva. Lo que no se puede dudar es la sinceridad que transmite todo el disco. Está hecho con todo el corazón de Jaime y eso se nota. Y os aseguro que Jaime tiene un corazón muy grande.

Sonando: No más lunas sin ti de Jaime Anglada

Hablando de Dylan...

Mientras Chinas prohíbe a papá Bob la entrada en el país con lo cual ha tenido que cancelar los conciertos que tenía previsto hacer allí, el hijísimo Jakob se saca de la manga un disco de los que quitan el hipo. Hace un par de blogs me atrevía a hacer una arriesgada afirmación sobre papá y su capacidad para hacer temas porpios. Reconozco que buscaba más la polémica que otra cosa. Llámenme perverso. Uno es así. Los discos de Bobby me siguen interesando como al que más. Sigo estando orgulloso de tenerlos todos en tres formatos (casette, vinilo y CD) ¿loco yo? Tampoco puedo evitar enseñar mi colección de libros sobre el poeta ni mi versión del Crónicas leído por Sean Penn en ¡cuatro cintas de casette! a todo el que se atreve a pasar por mi guarida. Uno es dylanita hasta la medula oigan ¿Qué se le va a hacer? Creo que la primera entrada del concierto de Barcelona la compré yo de plomo que me puse con la gente de Ticketmaster. Por eso me indignan algunas cosas que hace el de Duluth pero es lo que hay.

Eso sí, ahora voy a soltar otra afirmación de esas que hacen época. Me gusta más el último disco de Jakob que el de Bob ¿Es grave doctor? Y eso que el Together Through Life apuntaba maneras con mi ídolo David Hidalgo por ahí y un bandón de aupa. De hecho me gusta mucho. Pero empiezo a estar cansado de refritos y canciones que Dylan se apunta como propias y no lo son. No lo puedo evitar. De ahí mi afirmación del otro día. Con lo fácil que hubiera sido y lo que todos hubiéramos aplaudido si Dylan dice que va a sacar un par de discos de versiones y pone en chiquitito nombres como los de Muddy Waters, Willie Dixon, Howlin Wolf, etc, etc. Todos hubiéramos seguido diciendo que era un genio, pero prefirió no hacerlo y a mí me cabrea. Aunque no volveré sobre el tema que me estoy poniendo pesado.

El objetivo del post de hoy es hablar del discazo de Jakob. Quien no lo quiera ver tiene un problema pero este tipo se ha sacado un álbum de la manga de los que hacen época. Producido por T-Bone Burnett y con la espectacular guitarra de Marc Ribot dominando todo el disco. Sí, sí, Marc Ribot, el compañero inseparable de Tom Waits. Recordemos que Burnett ya fue el productor del Bringing Down The Horse de los Wallflowers, un disco que si no fuera porque estaba firmado por el hijo de Bob Dylan hoy se miraría como uno de los mejores discos de rock americano de los 90. Pero el nombre pesaba y pesa. Por eso este disco también será analizado con lupa. Neko Case y Kelly Hogan bordan sus intervenciones y Dylan está compositivamente mucho más inspirado que en su disco anterior. Aunque eso no ha evitado que la crítica haya empezado a decir que la estrella real de este disco es Burnett. Pues vale, yo lo disfrutaré igualmente. Y si me permitís un consejo, probadlo vosotros también.

Sonando: Lend a hand de Jakob Dylan

Un tango para Messi

Resulta que uno lleva días aquí discutiendo sobre Dios, si existe, si no, si es Dylan, si es Keith Richards y va Leo Messi y se punta al juego ¡Y encima se pone en cabeza! Ya saben que no suelo hablar de fútbol por aquí. En los años que hace que existe el blog debo haberlo hecho, como mucho, un par de veces. Pero lo de ayer de este chaval no tiene nombre. Encima servidor es culé, para quien no lo sepa. Y futbolero. Por eso he sabido disfrutar, en la medida de lo posible, para que engañarnos, con jugadores de equipos rivales (así a bote pronte se me viene Zinedine Zidane a la mente) y por eso pienso que nadie puede negarle al de Rosario su grandeza. Una cosa es que quieras que el equipo X pierda hasta a las canicas y otra cosa es que veas a un ¿ser humano? hacer esas cosas con un balón y no se te caiga la baba. Claro está, siempre que te guste el fútbol ¿Canciones sobre fútbol? Hombre, haberlas las hay, como las meigas pero son pocas y contadas y, en general, las guiris se refieren al fútbol americano no a lo que ellos llaman soccer. Quizá la más conocida sea «Maradona» de don Andrés Calamaro que hoy va que ni pintada. Aunque mi favorita siempre será «Eto’o (su Jugador Favorito)» de los mallorquines La Granja. Me parece un excelente tratado pop hablando, como no, de fútbol. Una canción que tiene mucho que ver conmigo estos días. Curiosamente Eto’o y su Inter serán el próximo rival del Barça en la Champions. Pero además, estos días hemos tenido por casa al gran Jaime Anglada que publica nuevo disco, Stereo. Un disco producido por Pablo Ochando que, lo han adivinado, era miembro de La Granja, mítico grupo balear. Hoy, eso sí, habrá que escuchar con vehemencia «Més que un crack», un tango que el el bandoneonista Marcelo Mercadante y el periodista y poeta Pablo Marchetti dedicaron al protagonista del día. Va por ti crack…

Feliz
entre dos márgenes sin rumbo
qué importa
si son ciudades,
si son vidas
o no son nada
no son nada.
Partir,
hartarse, renunciar
tachar nostalgias.
Llegar
para viajar a este otro mundo.
Visca el mundo!
Viajar
para llegar a este lugar.

Sonando: Més que un crack de Marcelo Mercadante

La Virgen de Guadalupe

Siguiendo con el post de ayer, ahora voy a por la iconografía religiosa. Me interesa y mucho. Incluso llegué a hacer una asignatura en la carrera, de esas de libre elección, sobre iconografía religiosa. Me llama la atención. Y, en especial y como buen rockero fronterizo, hay un icono que se me erige por encima del resto: la Virgen de Guadalupe. Curiosamente existen tres advocaciones (o lo que es lo mismo apariciones teóricas) de Nuestra Señora de Guadalupe. Una en México, como no, pero las otras dos son en España. La Virgen de Guadalupe es la virgen de los rockeros de pro. Algunos incluso se la tatúan como mi amigo Mario Cobo que lleva en su antebrazo el mejor tatuaje que servidor ha visto en su vida: una virgen de Guadalupe desnuda con sus pies posados en la cabeza de Elvis. Además una de mis camisetas preferidas es una con la virgen rodeada de una serie de pistolas en un rojo sangre. Esta virgen es además patrona de Ciudad de México por lo que en todo el país se pueden encontrar más de quinientas iglesias dedicadas a su culto. Un culto que, por supuesto, no ha escapado al mundo del rock and roll. Me voy a limitar a recomendarles tres. En primer lugar «Virgen de Guadalupe» del Downtown Church que acaba de grabar Patty Griffin con Buddy Miller a la producción y del que ya hablé por aquí. En segundo lugar «Guadalupe» de Tom Russell con Calexico en Blood and Candle Smoke, también comentado por aquí. Y en tercer lugar «Mi Virgen Ranchera» en la voz, siempre escalofriante, de Chavela Vargas.

Sonando: Guadalupe de Tom Russell

Perdiendo mi religión

No voy a hablar de R.E.M. Hoy no, aunque igual lo hago pronto. Lo de hoy va a ser peor. Salimos de Semana Santa. Mmmmmm. La religión. Un tema complicado de hablar. Difícil ante algunas posturas que la gente al tratar estos temas no acabe enfadada o, lo que no deja de ser curioso, incluso peleada. La religión, motivadora de la mayoría de guerras. Culpable de los mayores genocidios de la historia (esto no hay quien lo discuta). Y siempre al lado del poder establecido de manera turbia, como no. El nazismo, el nacionalsocialismo italiano, el franquismo, los reyes de la edad media en adelante en España, las cruzadas….Todos han contado con el beneplácito de la iglesia.

Además suele ser una de esas cosas que nos cuesta admitir. También va por modas ¿Crees en Dios? ¿No crees en Dios? Pregunta incómoda para muchos. Pues yo contesto por mi lado. Yo sí, pero a mi manera, un tanto peculiar, si quieren. No me busquen en procesiones, por supuesto. Ni en iglesias. No me van a encontrar. Excepto si es para ver a Al Green haciendo de sacerdote. Pero mis raíces son sevillanas, por si no lo saben y eso algo debe hacer. Digo yo. De todas maneras mi Dios se parece poco a los de las diferentes religiones que van por ahí. Casi diría que no se parece a ninguna. Mi Dios no es todopoderoso. Es fuerte pero no puede evitar, por ejemplo, cosas como las que pasan a millones de niños por este mundo. Es un poco como el blog. Me lo he montado yo y así puedo creer a mi manera ¿Qué tengo morro? Igual sí, pero no deja de ser otra manera de creer ¿no? Mi Dios es como Bob Dylan ¿o era Bob Dylan? Me empiezo a liar. La cuestión es que no puede hacer lo que quiera. Casi pero no del todo. Es el más grande. Pero no puede hacer un disco de villancicos porque, aunque no queramos reconocerlo, es una farsa. No puede sacar dos discos de versiones escondidas y maravillosas en ejecución, y firmarlos con su nombre. Puedes ser Dylan, pero eso no puedes hacerlo. Igual que Dios, el que se supone que está ahí arriba, no Dylan, no puede evitar que millones de personas mueran de hambre en Etiopía o que Haití quede prácticamente arrasada. No pueden. Luego vienen las explicaciones. Las de Dylan que si no son versiones que si son relecturas de clásicos de la historia de la música americana, que si el disco de Christmas es muy chulo y le gusta a los niños (¿?) y con los años veremos que es una obra maestra, que si Dylan es Dylan y puede hacer lo que quiera….Y las de los otros van en la línea de que Dios ha enviado esas desgracias por pecadores, que si él no las evita es para que aprendamos de nuestros errores y bla, bla, bla. Pues mis conclusiones son dos y arriesgadas. Una, Dios no puede hacer nada más de lo que hace y el pobre está ahí mirándonos con cara de flipado viéndonos como nos lo cargamos todo nosotros solitos. Y dos, y ojo que con esta algunos me bajarán del pedestal en el que me tienen como dylanita, Bob Dylan no es capaz de hacer un disco de canciones propias (y me refiero a realmente propias) y dignas hoy en día. Encima, ninguno de los dos lo quiere reconocer. Con lo fácil que sería. Ala, ya lo he dicho. Y si no es así yo he tirado el guante. Que Dios y Dylan lo recojan y me demuestren lo contrario (por cierto Bob, ya tengo mi entrada para verte en Barcelona que lo cortés no quita lo valiente).

Todo es tan complicado….¿Se puede creer en Dios y no en la Iglesia? Sí ¿no? La religión. Culpable de algunos discos memorables. Para algunos. Para otros no. Por culpa de la religión Dylan tuvo una etapa cristiana y grabó un álbum como el injustamente valorado Saved. Johnny Cash empezó cantando salmos eclesiásticos junto a su madre. O Sam Cooke que empezó, como tantos otros cantando gospel en la iglesia. ¿Y Aretha? bendito el día que pisaste una iglesia por primera vez. Y paro porque habría tantos.....¿Cuántas canciones deben haber con Dios como protagonista? Millares….Incontables…Les haría una lista con canciones sobre Dios, pero esta sería demasiado sencilla como para que cada uno se hiciera la propia. Me limitaré a recordarles algunas que no les deben faltar por ser menos habituales: «Christ Is Still The King» de Billy Joe Shaver, «God's Got It» del Old Crown Medicine Show, «Satan, Your Kingdom Must Come Down» de Uncle Tupelo, «Only Jesus» de Scott H.Biram, «Is There Room on the Cross for Me» de Scott Miller o «I met Jesus in a bar» de Jim Lauderdale. Servidos están...

Sonando: Hallelujah Shine de The Gourds

Nota de prensa Chinaski

A cargo del gran Manel Celeiro. Mil gracias Manel....

"A Eduardo Izquierdo le había vuelto a entrar el veneno de la música casi diez años después de cerrar su etapa con Tipos de Interés. Lo que iba a ser un proyecto junto a Santi Campos cristalizó en una pequeña all star band underground con componentes de Freewheelin’ Tornados, The Midnight Travelers, The Nu Niles y otros diversos compañeros de fatigas. Dios No Está Aquí (Rock Indiana, 2008) fue su tarjeta de presentación. Un disco fresco, inmediato, eléctrico, de guitarras, con la vista perdiéndose en el horizonte del rock americano y las figuras de Dylan, Cash y Neil Young sobrevolando sus canciones. Unas cuantas presentaciones en directo y, de repente, un cúmulo de circunstancias. Santi regresaba a Madrid para retomar su trabajo con los Amigos Imaginarios, los Tornados se rompían, Joe se unía a Suzy & Los Quattro y su futuro parecía, como mínimo, quedar en suspenso. Suspenso que ha durado poco. Siempre han asegurado que ser un Chinaski es algo especial, que es una reunión de amigos nacida para disfrutar, para sentir la música con pasión, con alegría, gozar del instante de la creación y disfrutar del cosquilleo indescriptible de la interpretación.


Para este nuevo trabajo Eduardo se ha vuelto a rodear de los suyos, repiten David Martínez a la batería, Mario Cobo a la guitarra y Lap Steel y Alex Vivero en guitarras, bajo y tareas de producción y se añaden, partícipes e implicados, Daniel Nunes (Los Brioles), Maika Makovski, Víctor Puertas (Suitcase Brothers), Charlie Bautista (The Sunday Drivers) y J.J. Extremera. ¿Y Santi Campos? Pues Santi está y no está. Canciones Que Mi Hermano Me Enseñó es un tributo, nada velado, a Santi. Los Hijos Bastardos de Henry Chinaski se apropian de siete de sus canciones, tres de ellas inéditas, y el resto correspondientes a diversas etapas de su carrera con Amigos Imaginarios, Shannons y Malconsejo para hacerlas suyas, dándoles la vuelta, lavándoles la cara variando letras, cambiando arreglos. Arriesgan en ocasiones, transforman un tema power pop como «Dulce» en una ranchera, desaceleran el chispeante brío pop de «Nosoynosoynosoy» convirtiéndolo en una balada, y en otras, como es el caso de «Cúrame», respetan el original al considerarlo perfecto. El resultado es un trabajo muy diferente a su debut, que realza más la melodía, busca el detalle, atrapa el guiño cómplice. Con la hermandad por bandera, el cariñoso tributo a su amigo que Eduardo fragua en «El genio 1022» utilizando frases de canciones de Santi, y el sentimiento filial a flor de piel, compone « ¿Por Quién Ríe Baby June?» y «Duérmete Mi Vida» dedicadas a su pequeña hija, Canciones Que Mi Hermano Me Enseñó es un disco bonito, dulce, agradable y acogedor. Reconfortante y cálido como esos primeros rayos de sol que se cuelan por la ventana presagiando el final del invierno. No te resistas, déjalos entrar".

Por cierto, nueva canción en Myspace. «De Qué Sirve» extraída del disco (www.myspace.com/hijosdechinaski )

Sonando: El Genio 1022 de LHBDHC