Descubro a Chencho Fernández en las páginas de la edición de
este mes de Ruta 66. Firma la reseña Emilio Rodríguez Cascajosa, y eso ya me
pica la curiosidad. Por si eso fuera poco, en la crítica hay referencias a
Dylan, Lou Reed, Dean Wareham, Burning, Calamaro y Johnny Thunders. Así que me
largo al Bandcamp del tipo y me escucho este Dadá estuvo aquí. No una vez, sino
unas cuantas seguidas. Mi buena estrella hace que al día siguiente me vaya a la
redacción de una de las revistas en las que colaboro y me encuentre el disco en
la pila de descartados. Pa’la saca.
Chencho no es un recién llegado. Lleva en esto de la música
desde los noventa, con bandas como Sick Buzos, Las Muñecas de la Calle Feria o
Lavadora. También ha firmado discos como Mistral, pero esta es la primera
referencia firmada con su nombre. Lo hace con un disco que refleja de manera
magistral los paisajes urbanos, la cotidianidad, pero con un sabor callejero
que engancha. Y mucho. Además enfoca su lírica desde la desesperanza y el
desencanto, ganándote por esa atracción que en todos los amantes del rock
tienen los perdedores. Sin que tengan nada que ver en lo musical, su propuesta emocional
me recuerda a la de nuestro querido y añorado Willy DeVille, reflejando su poesía
urbana en una colección de sonidos variados y heterogéneos. Para no dejarlo
escapar, vamos.
Sonando: El rayo está
a punto de caer de Chencho Fernández
2 comentarios:
Una sorpresa total, lo he escuchado este fin de semana y me ha encantado.
Saludos.
Influencias más que interesantes, sin duda. Habrá que echarle un ojo, ¿no? ¡Un abrazo!
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