Últimamente ando
escuchando algunas cosas que se salen de los discos de los que suelo hablar por
aquí. Los habituales ya saben que en esta bitácora el rock americano más o
menos clásico y el country-rock “parten la pana”. Pero también saben que de vez
en cuando también opto por guitarras más
afiladas y que el power-pop y el punk-rock son dos de mis estilos favoritos,
aunque no tengan tanta presencia por aquí. Uno de mis últimos descubrimientos
en esos sonidos del año que hemos dejado atrás son los Black Wine.
Originarios de New
Brunswick en la Nueva Jersey de Springsteen, llevan en activo desde 2009,
cuando su líder Jeffrey Schroeck abandonó los más conocidos The Ergs!, banda
nacida de los efluvios de The Replacements y cuyo Dorkrockcorkrod es pura adrenalina. Pues Black Wine acaban de editar
su cuarto disco, todos con la independiente Don Giovanni Records y que es el
que me ha servido para entrar en su discografía. Yell Boss, que así se titula, podría calificarse como pop-punk, muy
en la línea de mis queridos Parasites, The Lurkers, Fastbacks o The Woggles.
Sus influencias no solo están en esas bandas más contemporáneas sino que también
beben del punk más seminal de los 70 y en ocasiones hasta del rock más indie de
bandas como Yo La Tengo, Nada Surf o Pavement,
algo que se atragantará a los más estrictos del género. A mí me han encantado.
Me ha llegado su frescura, su sencillez y su personalidad a pesar de que sus
influencias estén tan claras. Ahora me toca confirmar si sus discos anteriores
son tan gratificantes como este.
Sonando: No Reason de Black Wine
(*) Hasta ahora me había opuesto a incluir en el blog música o vídeos porque quería que este fuera exclusivamente escrito, pero no se puede girar la vista ante las grandes posibilidades de Internet. Así que, a partir de ahora, muchas de las entradas irán acompañadas de material audiovisual. Espero que lo disfruten.
No hay comentarios:
Publicar un comentario