lunes, noviembre 14, 2011

Un dylanita y su consorte en la ex corte de Berlusconi (Capítulo 1: El Concierto)

Dedicaremos buena parte de la semana a repasar nuestras aventuras y desventuras (pocas) en Roma. Y empezaremos por el objetivo del viaje, que no era otro que presenciar el concierto que su dylanísima celebró el sábado en la capital italiana dentro de la gira que está realizando junto a Mark Knopfler. Me centraré en este post en Dylan y su concierto. Del resto hablaremos otro día. Con el Paleur a reventar (unos 8000 espectadores, si quitamos la parte de fondo no ocupada), Dylan apareció en escena con Mark Knopfler para arremeter con «Leopard Skin Pill-Box Hat» y cargarse de un plumazo todo el bolo del británico ¡Qué fuerza!¡Qué vitalidad! Tras ella «Don’t Think Twice, It’s Alright» suena explosiva, con un final apabullante y ojo, Dylan a la guitarra eléctrica, abandonando el piano que había ocupado en su primera canción. Luego «Things Have Changed», soberbia y un «Spirit On The Water» que gana muchos enteros con la interpretación de sus directos actuales respecto a la versión en estudio aparecida en Modern Times. «Honest With Me» da la bienvenida a Love And Theft. Y tras ella los bombazos. «The Lonesome Death Of Hattie Carroll» de The Times They Are A-Changing se eleva sobrecogedora. El pabellón tiembla y los seguidores de Knopfler se retiran. Ilusos. Las gradas se quedan en un 75% y Dylan premia a los que nos quedamos (¿cómo iba a ser si no?) con un «Ballad Of Hollis Brown» que puede ser, quizá, la mejor interpretación que nunca ha hecho de este tema, de apenas un acorde, en directo. La banda está inmensa. Como siempre. Con mención especial a un Tony Garnier que entiende al maestro como nadie y a un Don Herron majestuoso en su steel y otros instrumentos de cuerda. La cumbre llega con un «Desolation Road» de casi catorce minutos. Dylan repasa todas las estrofas del tema, las modifica y hace bromas con el público romano en medio de sus estrofas (¿he dicho hace bromas?). El concierto está en su punto álgido. «Highway 61 Revisited» apenas se diferencia de la ofrecida en su última visita a Barcelona. Se nota que Dylan está disfrutando tocando esa canción y por eso es de las que no faltan en sus repertorios. «Forgetful Heart» es la elegida para representar a Together Though Life, y quizá es el tema más flojo del concierto. La banda no parece tan cómoda ahí. «Thunder On The Mountain» y «Ballad Of A Thin Man» lo arreglan. Esta última con un reverb llevado al límite en el estribillo que traía de culo al ingeniero de sonido al que veía desde mi sitio en el foso. El efecto, eso sí, de que Dylan pareciera fantasmagórico se hacía espectacular. Recta final. Normalmente el viejo lo hace con dos temas a elegir entre «All Along The Watchtower», «Like A Rolling Stone» y «Blowin'In The Wind» con el arreglo de Stevie Wonder. Esa noche nos ofrece las tres y en ese orden. El concierto se acaba. No hay bises. Los músicos saludan. Sale Knopfler al fondo, discreto y en segundo plano, aunque apenas queda ninguno de sus fans entre el público. Dylan le da un golpecito en la espalda, mientras se van. Mi imaginación me lo dibuja diciéndole “supera eso, Mark”.

Sonando: Honest With Me de Bob Dylan

1 comentario:

Joserra dijo...

Edu , Roma y Dylan que combinación más bella y Desolation Road.
Mira ya no tendrá un huevo de voz pero resulta más expresivo que la mayoria.Muy bonita crónica.