Esa es la definición que sus fans buscaron para su música, marcada por el título de su anterior disco, y el acento de Nueva Orleans y su Alabama natal que recorre su propuesta. Una especie de viaje de ida y vuelta. Como un camino que se transita en ambos sentidos, sin paradas definidas. Dejando que sean las propias canciones las que decidan en qué lugar reposarán aquella noche los huesos este joven músico que es capaz de hacer cosas muy grandes. Grayson me ha proporcionado buenos momentos. Muy buenos. Y en otros me ha dejado a medias. Con la sensación de que tenía algo más que darme y me lo estaba quitando, casi del paladar.
Por suerte no me sucede eso con su nuevo disco. El quinto ya. The Lost Cause Minstrels. Precioso título. Los trovadores de la causa perdida. Blues, jazz, country y folk de muchos quilates a cargo de este hijo de un predicador. Se abre con «Highway 42» que sigue los prelados de un ya desaparecido Steve Earle (me refiero al estilo de canción, claro). Puro country rock de la escuela del viejo Steve heredado ahora por gente como Ryan Bingham. Mira al futuro, deja el pasado y gasolina para el presente, canta.En cambio «Coconut Moonshine» es otra cosa, tal y como anuncia ese piano inicial y esa voz a lo crooner. Esta canción es Nueva Orleans. Pero también Alabama. Es Treme. Es Tom Waits en un sucio bar cantando «Fumblin With The Blues»... «John The Dagger» vuelve a cambiar. Aquí hay blues-rock y, de nuevo, el Steve Earle de Guitar Town. Leo en una reseña que si Hank Williams hubiera formado una banda ahora sonaría así ¡Seguro! Ya está. Ya hemos visto los tres tipos de canción que vamos a encontrar en el disco, unidas a los impecables temas lentos de Capps. O no. Porque «Yes You Are» y su lentitud opaca hablando de lo que la vida no nos da también aporta nuevas texturas. «Jane’s Alleys Blues» y su ritmo trotón también aporta algo diferente. «Chieff Seattle», en cambio, nos suena a algo conocido y a mí me recuerda ¡a los últimos temas de Lapido! Os lo juro...Hay línes melódicas clavadas a «Antes De Morir de Pena». Resuena en mi cabeza eso de “pero alguien les sirvió ginebra y se pusieron a cantar, unos por martinetes, los demás por peteneras”. Y es que el granadino no está tan lejos de esta música. «Annie’s Lover», en cambio, vuelve al country-western de escobillas para cantar con un sombrero tejano. Me suena. Miro los créditos. Firma Taj Mahal. Excelente version. Con ella se da paso a la fiesta de «Ol’Slac». Esto es el Mardi Grass. New Orleans Comeback. «Paris France» es su homenaje a las víctimas del Katrina, «No Definitions» se acerca al rock más duro con guitarras poderosas y no puede evitar que pensemos en Billy Gibbons. Y «Rock And Roll» es el final perfecto con su crescendo dulce. Para dejar ese buen sabor de boca a un disco que, probablemente, sea el mejor de la cosecha de Capps. Chinaski dixit.
Sonando: Chieff Seattle de Grayson Capps
1 comentario:
-Grayson Capps - The Lost Cause Minstrels (2011). Correctito.
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