La música Cajun y el Zydeco son otra de mis debilidades. Por definición, junto al Swamp son los tres estilos que definen la música del sur de Lousiana. Los acadianos, también llamados cajunes, eran y son un grupo étnico descendientes de los habitantes de Acadia que era como se conocía al grupo de las tres colinas antes llamadas Nueva Francia y que formaban parte de las provincias marítimas de Canadà (Nueva Escocia, Nuevo Brunswick y la Isla del Príncipe Eduardo). El lugar era una zona estratégica en la lucha que Inglaterra y Francia mantenían por el dominio de Canadà. Pero ¿Canadà no está muy lejos de Louisiana? Pues sí señor. Hablamos de Norte y Sur. Nada más alejado ¿y cómo acaban los cajunes allí? Pues resulta que nuestros queridos cajunes decidieron no ponerse afavor de nadie en esa tensa lucha entre dos potencias mundiales y en el siglo XVIII, los británicos, vencedores de la disputa les hicieron pagar esa indeterminación o bien con la cárcel, o bien deportándolos a Francia o bien obligándoles a marcharse bien lejos. Y los buenos de los cajunes no encontraron lugar más alejado que Lousiana, territorio descubierto en 1528 por un español de nombre curioso, Pánfilo de Narvaez (no quiero pensar lo que debió sufrir ese hombre en la escuela).
Eso explica el afrancesamiento de toda Lousiana y, en especial de Nueva Orleans, su ciudad más habitada que sin embargo no es su capital (ese honor se lo lleva Baton Rouge). Ese exilio lleva a los cajunes a desarrollar un estilo de música que beberá de infinidad de fuentes. Desarrollan elementos franceses por su origen, españoles y alemanes por su destino e incluso indígenas. Todo valía. Con el violín como protagonista principal, porque era el instrumento que más dominaban los colonos franceses, para dejar luego protagonismo al acordeón diatónico que aportaron los alemanes, a instrumentos clásicos del blues de los afroamericanos y al washboard que fue cosa de los indígenas. Los españoles creo que se dedicaron a aplaudir. Así conforman un estilo vivaz, divertido, destinado a olvidar las penas de su exilio. Fronterizo, como a mí me gusta. Lleno de influencias pero todas aunadas en estilo propio y diferente a todo lo conocido. La música Cajun y el Zydeco, nacido de ella, son una fiesta. Y eso me gusta. Recomendar artistas es complicado. Porque hay muchos y muy buenos. Quizá no podemos dejar de nombrar a Dewey Balfa o a Clifton Chenier, auténticos estandartes de ambos géneros. Pero en la actualidad también se pueden encontrar buenos discos de cajun a cargo de C.J.Chenier, hijo de Clifton, Joe Walker, los Sundogs o incluso Daniel Lanois, que en Acadie (¿les suena el nombre?), publicado en 1989 se deja llevar por sus raíces. Hasta T-Bone Walker se acercó mucho al género y, recientemente, en 2009, Buckwheat Zydeco se sacó un discazo de la manga destinado a ser uno de los clásicos del género Lay Your Burden Down.
Sonando: Louie Louise de Daniel lanois
2 comentarios:
Tremenda entrada Edu, la perfecta combinación información y amor por una música.Todo lo que se cuece en ese melting pot que es "Luis y Ana" es maravilloso.
Me lo tomo prestado para un programa de radio que ya va siendo hola de let de bom temp ruler....my jole blon!
UN ABRAZO!
Otra cosa que nos une amigo. Me encanta esa música...Tenemos que hablar..Saludos.
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