¿Crees en las estrellas? Detrás de esta pregunta digna de cualquier cutre anuncio de televisión se esconde una pequeña reflexión que debía hace tiempo a los habituales de este blog ¿Son necesarias las estrellas o puntuaciones de los discos que se otorgan en webs, revistas, etc? ¿Son fiables? En definitiva ¿sirven para algo? Hay quien asegura que estas están en la misma línea que las famosas listas de “lo mejor del año” y similares. Con lo que sabéis que me gustan las listas los que os soléis pasar por aquí no tendréis demasiado problema, siguiendo una lógica socrática, en adivinar qué pienso de las estrellas y puntuaciones de los discos. Me postulo totalmente a favor. Radicalmente. Casi con vehemencia. Y diré el por qué. Claro.
Los argumentos de los contrarios son evidentes y casi irrebatibles. Y ese casi es importante. Una puntuación a un disco no deja de ser una opinión subjetiva en la que se deberían tener en cuenta muchas más cosas que el disco en sí: su posición dentro de una carrera general, dentro de un estilo, su grado de innovación y así hasta miles de parámetros imposibles de valorar. Vale, Perfecto. Una razón casi absoluta (de nuevo un casi). Entonces ¿qué hacemos? Porque si una puntuación es algo subjetivo, también lo es una crítica/reseña en sí ¿o no? Si para decir si un disco me gusta o no tengo que hacer un postgrado de matemáticas para empezar a tener en cuenta doscientas variables mal vamos. Los críticos opinan. Simplemente. De ahí lo inadecuado de su nombre. Voto ya porque se les llame opinadores. El término crítico los podríamos dejar para unos cuantos agrios que sé cargan todo lo que les llega y a los que me imagino oyendo los discos sentados en la taza del retrete con la diarrea que les ha provocado la quina que llevan por dentro. Que ningún disco te guste es para hacértelo mirar, por lo menos. Y haberlos, los hay. Doy fe como seguidor de múltiples revistas y webs. Pero volviendo al tema. Las dichosas estrellitas. Dado que los críticos opinan creo que también están en su derecho de ponerle a los discos que reseñan una puntuación. Luego cada uno es libre de creerla o no. Como la reseña. Y algunos dirán “entonces ¿de qué sirve?”. Pues sirven, oigan, sirven.
Imagínense un hipotético caso de un señor que no conoce de nada a Neil Young (o no tan hipotético, que de estos también los hay). Decide comprarse un disco al azar y da con Trans o con Re-Ac-Tor. Ese tío, probablemente, no compra un disco más del tito Neil en su vida. Y si se va a AllMusic y coge el de más puntuación. Everybody Knows This Is Nowhere. Toma ya. Fan de Neil para toda la vida. Juas. Lo se, lo se. Este argumento también es refutable pero no por eso deja de ser lícito. Dejemos poner estrellitas hombre ¡Viva Big Star!
Sonando: Razorblades de Chris Stills
1 comentario:
El problema de las estrellas está entre las cuatro y las cinco. Cinco se ponen alegremente pero las merecen cuatro discos al año, como mucho. Pero estoy de acuerdo. Listas y estrellas, estrellas y listas, nos molan.Hasta unas horas!
Publicar un comentario