Me encantan los comentarios en el blog. Es lo que realmente da vida al cotarro. Por eso me ha llamado la atención esa “animadversión” ante las llamadas etiquetas en el último post. Muchos de los habituales se muestran contrarios a ellas y se manifiestan como defensores de la etiqueta disco malo/disco bueno como la única válida. Buena reflexión. Gran reflexión, diría. Está muy bien. El problema es que las necesitamos. O, perdonen la osadía, por meterles a todos en el mismo carro. Sería mejor decir que yo las necesito. No tan explícitas como llegar a diferenciar Americana de Rock Americano. Eso me pasa por bocazas y por freakie. Pero sí a un nivel más sencillo. Las necesito para saber, por ejemplo, qué pincharme. No me basta con la etiqueta disco bueno/disco malo. Lo siento pero yo no tengo suficiente. Porque a mí
21th Century Breakdown de Green Day me parece un buen disco,
Daiquiri Blues de Quique González también,
The Wreckage de Will Hoge tres cuartos de lo mismo y el
Roll With You de Eli Paperboy Reed, por supuesto. Son cuatro buenos discos. Pero no me va a apetecer escuchar cualquiera de ellos, así al azar, en una mañana fría como la de hoy, por ejemplo. Necesito su etiqueta. Y no hablo sólo de la que le pondrían en la Rolling Stone o en el Ruta. Sino de la que le pongo yo. Mentalmente. El disco para los días lluviosos. Para los días tristes. Para momentos de subidón. Para ponerme melancólico. Para pasar de él. Los estoy etiquetando. Quiera o no. De hecho, hace poco, el gran Joserra Rodrigo nos hablaba en su excelente blog de la reorganización, a lo Rob Gordon en
Alta Fidelidad, de su (más que fantástica por las referencias) colección de discos. Y buena parte de ella la tenía por estilos. Etiquetas. Es casi inevitable, diría yo. Luego leo en la Rolling Stone de este mes
“….escapa a la maldición del segundo disco gracias a una paleta de canciones extraordinaria, aunque lo cierto es que en esta ocasión funcionan como viñetas, como una novela gráfica completa. Rinde en casi todas sus canciones y el sonido, más que una evolución, es un perfeccionamiento de la fórmula”. Buena reseña ¿no? (parcial e intencionadamente recortada). Sin etiquetas. Me hago con él por lo que dice ¡Y es el puñetero disco nuevo de Mika! Arggggg. Etiquétenmelo, por favor. Lo necesito. Necesito esas etiquetas para mi iPOD, para esas bonitas listas de reproducción que servidor se monta. Necesito referencias en las reseñas de las revistas especializadas. Y necesito esas etiquetas en mis tiendas de discos favoritas. No tengo tanto tiempo como para mirar todo lo que tienen. Lo siento. Estresado que es uno. Y no se me enfaden porque no. No es una crítica a sus comentarios. Es, como siempre, una reflexión personal.
Pero me falta una. Y es que al hilo de las palabras de mis queridos y necesarios lectores ¿Cómo se diferencia un disco bueno de uno malo? Mejor ¿Qué es un disco bueno y uno malo? Cojamos, por ejemplo, el último disco de Beyoncé. Excelentes compositores, excelente intérprete, carísima producción, bombazo de ventas, buenas canciones, fans a millares, músicos de cinco estrellas, bonita voz…¿Tengo que aceptar necesariamente que es un disco bueno? ¿Lo tengo que comprar y colocarlo en la estantería junto a
Music From Big Pink de The Band o junto a
Everybody Knows This is Nowhere de Neil Young? (¡Toma aberración!). En el blog Tsi-Na-Pah leía una fantástica reflexión sobre
Knocked Out Loaded de Bob Dylan, disco que la crítica se cargó de manera brutal al igual que hizo, por ejemplo, con
Saved ¿He de catalogarlos de malos discos? O el último de los New Christs: banda cojonuda, regreso sonado, buenas canciones, disco del mes en el Ruta…Y a mí no me gusta ¿Es eso un buen disco? Probablemente para muchos sí. Y para mí no. Sin acritud para quien hizo la crítica o para los que decidieron que se publicara así en el Ruta. A mí me parece un coñazo. Por eso, el catalogar un disco de bueno o malo es totalmente subjetivo. Incluso temporal. Porque los discos también pasan por etapas. Y un disco que en un momento de tu vida te parece acojonante luego pasa a ser un disco normal y hasta malo. O al revés. El nombrado
Saved de Dylan, por ejemplo. Pasó de ser uno de mis discos denostados de Bobby, quizá influido por lo que había leído de él, a uno de mis imprescindibles. Son los recovecos de la mente. Las cosas del alma. Miren, quizá esa sería una buena etiqueta. Discos que llegan al alma. A mí me sirve. Gracias por estar ahí.
Sonando: Man Who Killed Love de Will Hoge
11 comentarios:
Muy buena reflexión. Yo también creo que las etiquetas son necesarias. Para organizar, en la estantería y en nuestra mente,y para poder tener referencias. Referencias que te ayuden a decidirte por un disco u otro sin haberlo escuchado. Sobre el otro asunto yo ya no me preocupo. Cada persona es un mundo y a cada persona le gusta lo que le gusta. Sin buscar recovecos o razones. Ya he dejado de preocuparme por si un disco que a mí me parece una maravilla a otra persona le parece una mierda. La de veces que he discutido con colegas por eso. Y, en mi caso, que los DOORS me parecen la banda más aburrida del mundo imaginen las de saliva que han gastado en intentar convencerme de lo contrario. De manera inúyil por supuesto.
yo a ti te etiqueto de pedorro por dejarnos solos en el antro aquel...
fdo: burton
KISS!!!!!!
manel y hanky, tengo noticias de quienes vienen, no sé si decir nada que luego me estresais como el año pasado cabrones!!
vaya, acabo de percatarme que no eres el chinasky que pensaba...
demasiados chinaskys en la red, manel se va a partir el culo cuando lea esto...
de todos modos gran blog hijo bastardo!!
fdo:burton
pd.comprenderas que me reserve, ahora si, las confirmaciones del azkena, os esperais unas semanitas, aunque ya desde aqui os aseguro que os vais todos a cagar por la pata abajo
vaya, me acabo de percatar que no eres el chinasky que conozco...
demasiados nankys por la bendita internet...manel se va a partir el culo cuando lea esto..
de todos modos gran blog maldito hijo bastardo!!!
fdo: burton
pd: entendereis que entonces me guarde mi informacion sobre los nuevos fichajes para el azkena, os esperais un poco, aunque eso si, os aseguro que os vais a cagar por la pata abajo...
en fin, de mal en peor...
lo dejo
Ja, ja, ja, ja, ja, ja Amigo Burton en efecto te has equivocado de Hank. Vaya empanada que llevas cabronazo!!!!! Un abrazo. Nos vemos en Vitoria!!!
Las etiquetas os facilitan la vida pero son totalmente personales y nunca dicen toda la verdad.
¿Si no soporto el country me pueden gustar K.Kristofferson o J.Cash? ¿Donde empieza el pop y acaba el rock? ¿No es lo mismo el folk y el blues? ¿Los discos de Neil Young se ordenan juntos o separados? ¿En cuantas etiquetas podemos dividir el country o el blues?
Para algunos Americana es la etiqueta para discos malos, y tristemente se creó como "no etiqueta" donde juntar el country+folk+blues...aunque ha quedado como etiqueta para lo que no es ni country ni folk ni blues...Por cierto, de esto tiene más culpa amazon que nodepression ;)
Por tanto volvemos al principio, las etiquetas pueden ser necesarias pero están lejos de cualquier método cientifico, si no conocemos a quien pone la etiqueta es dificil que exista alguna razón para fiarse al igual que no nos fiamos cuando un desconocido dice que un disco es bueno.
Como ha dicho Manel "cada persona es un mundo..." pero en mi casa se etiqueta así
suerte
a.
Interesante post y relfexió. Las etiquetas, nos gusten o no son necesarias.
Saludos
Sanfreebird
entiendo que se tenga que etiquetar la musica, pero es que hay por ahi ciertos personajes con gafas gruesas negras de la revistilla rockdelux que se quedan a gusto con las etiquetas que le ponen a los discos:
cosmic disco, acid folk de camara, jazz exotico, rock retorcido, pop hecho pedazos, introelectrocnica...
¡hay que tener cojones!
Pues si que hoy te has lucido, gran post, yo tb necesito etiquetas. Para mi un disco bueno es el que me gusta y uno muy bueno es que me llega al alma y no me la suelta, me persigue y por supuesto me hace feliz. un saludo a todos.
Como siempre, que suelo ir a mi rollo y quedándome con la parte del mensaje que me apetece -a lo Homer J. Simpson-, darte las gracias por descubrirme un disco que jamás hubiera escuchado de no haber leído tus palabras al respecto: "Saved", de Bob Dylan, acaba de iluminar la tarde de este raro 9 de Diciembre. Próximas acciones: ir a comprar una copia de este disco y otra del "Sail Away" de Randy Newman, descubierto ayer de la mano de SanFreeBird72.
Mamones, os adoro.
Un abrazo!
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