Andamos liados los routiers en una confección interna de listas sobre lo mejor del año que se acaba ¿el objetivo? Pues no lo se. De momento, divertirnos. Ya saben de mi pasión por las listas pero consuela comprobar que el espíritu Rob Gordon no sólo está asentado en el coco de un servidor. Volver loco al insigne Manuel Beteta, merecedor como pocos de un altar y organizador de tan magno evento, es uno de nuestros pasatiempos favoritos ¿el por qué? Por los cambios, claro. De momento yo sólo he hecho uno y por necesidad. Faltaría más. Cambiar el libro musical del año ha sido una obligación después releer la pedazo de autobiografía de Mark Oliver Everett que comentaba ayer.
Por otro lado, he sido valiente. Y por eso me siento orgulloso de mí mismo. Mira que bien. Y lo he sido porque me he atrevido a votar como disco nacional del año el Adiós Tormenta de Fabián. Entre Right Ons, Biscuit, Capsula y demás propuestas que, reconozco, son mucho más ruteras y que también me encantan, el menda cuela al cantautor leonés porque, directamente, es el disco nacional que más me he puesto este año. Y dado que también debía/podía votar cuatro discos más, el Daiquiri Blues de Quique González, pa la saca. No he votado el disco de Nu Niles, aunque lo merezca, porque he intentado evitar el ombliguismo. Ya saben de mi participación en él y aunque no es un disco de una banda mía (un poquito sí que me los quiero mucho) he intentado tirar por el objetivismo. Y ahora que lo pienso, siendo objetivo, es de lo mejor del año pero mejor que lo digan otros. Lo demás ya lo hablaremos en enero cuando publique aquí mis habituales listas con mis 20 discos del año. Eso sí, la Uncut lo ha hecho ya. Y por ahí vamos a seguir.
Resulta que en su lista de lo mejor de la música americana del 2009 incluyen el disco de A.A. Bondy, When the devil loose. Me suena. Lo busco. Lo tengo. Una copia promocional llegó por correo. Lo pinché y no le hice mucho caso. Luego lo vi recomendado fervientemente en algún foro. Por eso me pongo nervioso ¿Estaré a punto de hacer un descubrimiento inesperado de esos que a los mitómanos nos encantan? Pues sí. Disco pausado pero delicioso. Sorprendente teniendo en cuenta que este tipo es el otrora líder de la banda grunge de Alabama Verbena. Buenas canciones, bonitas melodías, gran producción…Apadrinado por los Felice Brothers, este es su segundo disco en solitario pero ya se ha ganado que el Chinaski le preste un poquito de atención. No será mucho pero algo es algo.
Sonando: On the vampyre de A.A. Bondy
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