Estoy enganchadísimo al nuevo disco de Kris Kristofferson. Cada día lo cato un poquito. Aunque sólo sea una pequeña dosis. Una canción. Unos acordes. Closer to the bone se llama la cosa y lleva unos meses en el mercado. Igual que en su anterior This Old Road, la sombra de las American Recordings de Johnny Cash sobrevuela todo el disco. Un Cash al que, precisamente, está dedicado uno de los temas que se incluyen en el álbum. Kristofferson es un súper crack. Eso está claro. De hecho ya tengo preparada una versión de un tema suyo en castellano para algún proyecto que tengo en mente y creo que es de las mejores adaptaciones que he hecho nunca. Kris estaba más cerca de Bob Dylan que de Hank Williams. Por actitud y por profundidad. Aunque su sonido le situaba en el terreno de sus amigos Cash, Waylon Jennings o Willie Nelson. Como muchos, sufrió en los ochenta. Y es que pocos son los grandes que supieron sobrellevar con dignidad esa década. Pensadlo. Todos tuvieron su bache. Dylan, Young, Hiatt, Mellencamp, Petty…Unos más acusado y otros menos, pero todos sufrieron. Y Kristofferson no iba a ser menos. Para él la desidia se alargó hasta los 90. Eso sí, tuvo los cojones de salir a defender a Sinnead O’Connor ante la pitada que le dedicó el público del Madison Square Garden en el tributo a Dylan después de su famoso desprecio a la foto del papa. Nunca olvidaré como llamó al público. Bastardos ¿les suena?
Pues el bueno de Kris volvió en 2006 con un discazo, el ya comentado This Old Road y una amenaza, la de que iba a ser su último disco. Pero por suerte era una falsa alarma. Closer to the bone es la prueba. Un disco crudo que además se convierte en el testamento musical de su colaborador habitual Stephen Bruton, fallecido recientemente, al que acompaña su otro inseparable Jim keltner a la batería. Un trabajo abrupto, angosto pero directo al alma. Producido, de nuevo, por Don Was muestra a Kristofferson en una majestuosa madurez a sus 73 años. Se le oye respirar, suspirar, hasta casi soñar. No es un disco perfecto y ahí reside parte de su grandeza. En la imperfección que lo acerca al oyente. Éste sólo tiene que cerrar los ojos para imaginarse a Kris en un porche cantándole esas canciones cara a cara. Temas que hablan de sus amigos, de la vida yida y de la muerte. Canciones eternas. Llenas de sentimientos a flor de piel. Y aunque, a fin de cuentas, sólo sean canciones con eso, a veces, hay más que suficiente.
Sonando: Good Morning John de Kris Kristofferson
5 comentarios:
Justo acabo de leer una entrevista de Kris en una revista americana y es increible todo loque ha echo este hombre,ya sabia mucho,pero es que realmente merece mucho mas consideracion por parte de un supuesto sector de amantes de "americana".Su sensibilidad es subtil a mas no poder.
Saludos
Este nuevo disco no lo he escuchado todavía ,tengo el anterior y flipe de lo lindo,una pasada y este closer esta al caer .Eso seguro ...
Saludos Chinaski .....
THIS OLD ROAD me dejó maravillado. Y, como bien escribes, aprecía su testamento sonoro. EL último disco que iba a registrar. Por suerte tenemos Closer To The bone, que aunque me parece inferior al anterior, es un disco muy bueno. Cercano, cálido, porpio d eun personaje d ela talla de Kris. Un saludo.
I dont have enough words to explain how I felt when I heard "wisful thinking" or "une americaine a paris",songs. Rupa is marvellous and I want to know more about her. Even, she is just a little bit like me,a middle-indian girl.(althougt I dont have no her interesting experiences and no her talent of course)
Perdoname Edu, desde que estoy con mi familia, me cuesta mas el español, y no me he dado cuenta hasta posteriormente leerlo. Mil gracias por tu fantastico blog y por descubrirme cosas bonitas, tanto de libros como de musica. Y por supuesto Feliz Navidad a todos
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