La semana próxima llega a la península para un concierto único y
exclusivo Ray Boneville. La velada tendrá lugar dentro del ciclo Tunes
& Roses el 9 de diciembre en la Sala Jamboreee. El canadiense
aprovechará para presentar las canciones del espléndido “Easy bones”, un
disco en el que muestra su habitual blues aderezado por los sonidos de
Nueva Orleans, fruto de su origen francés.
“Easy bones” es un
trabajo de largo recorrido e impacto inminente. En él, este maduro
bluesman demuestra el por qué es comparado habitualmente con J.J. Cale
gracias a su elegancia y su sobriedad vocal. Espléndido guitarrista, su estilo mezcla el blues con el folk, el country y el rockabilly con una naturalidad pasmosa.
Es
imposible escuchar piezas como ‘Love is wicked’ o ‘Shake off my blues’ y
no imaginarse en un porche, con las piernas estiradas sobre la
barandilla y una ramita de trigo entre los labios. A eso colabora el
exquisito trabajo de Gurf Morlix, amigo de correrías de Townes Van Zandt
y Blaze Foley, al bajo, y Goeff Arsenault, a la batería. Tampoco
podemos olvidar el precioso empeño a las voces de Eliza Gilkyson en
‘Where has my easy gone’ y la elegancia rock de ‘I will find you
somewhere’. Todo está construido con indudable gusto y la prueba
irrefutable de ello es la versión del ‘So lonesome I could cry’ de Hank
Williams que se me antoja la guinda perfecta para este delicioso pastel.
Reseña publicada en Efe Eme.
Sonando: Love is wicked de Ray Boneville
1 comentario:
Este es uno de los discos que tengo pendientes aún, y es que no hay tiempo material para todo.
Salud.
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