Que se le conozca como El
Príncipe de Treme no es una casualidad, os lo asgeuro. Glen David Andrews reúne
todos los condimentos para llevar con honor ese honorífico título. Porque su
música es pura Nueva Orleans, con algo de criollo pero también con unas
adecuadas y necesarias dosis de actualidad.
Redemption es el último disco de este explosivo músico y, según sus
propias palabas “es la grabación de mi viaje de regreso de la tierra de los
muertos vivientes”. Ahí están sus ancestros, la mitología de su ciudad de
nacimiento, sus leyendas, y también el espíritu de los muchos afectados por el
Katrina. “Cada canción de este disco cuenta una historia con la que alguien
podrá identificarse”. Historias de dolor, de pérdida, de muerte y, a la vez, de
celebración de la vida. Música sobre fantasmas y seres de carne y hueso. Con
invitados ilustres como Ivan Neville, Jamison Ross y una Mahalia Jackson de la
que se rescata su voz en una explosiva versión de su «Didn’t It Rain».
Andrews muestra en este
álbum el camino para defender las tradiciones desde una posición totalmente
contemporánea. Como el jefe Lambreaux y su hijo Delmond en la serie de David
Simon que lleva el nombre de su barrio de nacimiento. Porque este trombonista es hijo del Treme,
probablemente uno de los lugares más musicales del mundo. Y eso se nota en su
forma de entender la música. Leo Sacks, productor del disco ha asegurado que “tiene
el fuego del soul de Wilson Picket, el poder evangélico de Solomon Burke y el
hastío de la voz de Louis Armstrong”. ¿Exageración? Yo creo que no.
Sonando: NY to Nola de Glen David Andrews
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