Hoy toca
Malcom Holcombe en mi ciudad, y yo seré, para qué engañarnos, uno de los pocos
que disfrutará de su concierto. No lo digo con chulería ni altanería. No soy de
los que borran a las bandas y grupos cuando alcanzan notoriedad, y tampoco de
los que quieren que los grupos sean sólo suyos. No me gustan las salas vacías,
porque sé que eso hace daño al músico. Lo enfría y, o tiene unas tablas para
parar un transatlántico o acaba costándole entrar en el bolo. No dudo de que
Holcombe las tenga. Él es uno de los elegidos. Uno de los grandes. El líder no
ya de la segunda división, de la tercera. Su música es tan real que sangra,
decía mi buen amigo Manel Celeiro en su blog. Él también estará allí. Viendo si
acierta en su comparación con Townes Van Zandt y Blaze Foley. Yo creo que sí.
Holcombe es de esa calaña. Porque no cuesta imaginártelo en la barra de un bar,
a las tantas de la madrugada, borracho, pidiendo que le invites a una copa a
cambio de que él te cante una canción. Una de las que incluye en su reciente Down The River, discazo de tomo y
lomo cargado de historias inolvidables. Malcom canta con el alma rota por un
sinfín de tragedias que han azotado su vida y a la que su adicción a las drogas
no ha ayudado demasiado, y con la garganta destrozada por el tabaco y el
alcohol. Una vez leí, hablando de su voz y su dicción, que Tom Waits es a Bing
Crosby lo que Malcom Holcombe es a Tom Waits, y me pareció magistral. Una voz que se ve arropada en su último disco por
un contrabajo a lo Johnny Cash, unas escobillas que se arrastran por una caja y
unos violines sutiles. Nada más. Y menos aún necesitará esta noche para
ponernos la piel de gallina cuando aúlle cual Screamin Jay Hawkins. Sólo su
guitarra acústica y su manera de explicar la cruda existencia. Para darnos
cuenta de que somos unos afortunados por seguir teniendo músicos como él de los
que poder disfrutar, aunque muchas veces no seamos conscientes de ello.
Sonando:
Where I Not Belong de Malcom
Holcombe
1 comentario:
Joder Edu, que gran comentario. Nos vemos luego.
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