Llevaba tiempo
dándole vueltas a empezar otra serie en esta bitácora. Quería reflejar los
convulsos momentos que vivimos y cómo la música puede recogerlos. Para ello se
me ha ocurrido iniciar una serie de entradas que hablen de canciones, actuales
o pasadas, que puedan ser, de alguna manera, aplicables al momento actual tanto
social como político que estamos viviendo. Intentaré ir combinando canciones
más o menos actuales con otras con muchos años a cuestas pero que nuestra realidad
vital convierte en rabiosa actualidad. Y para empezar el mundo político de
Dylan.
Era fácil recurrir a
al de Duluth para empezar esta serie. Una por mi condición de enfermo dylanita
y la otra por ser uno de los personajes que, sobre todo en sus inicios, más y
mejor han atizado a la clase política, pero quería hacerlo con una canción más
actual. Por eso me he ido hasta Oh!Mercy,
en 1989, y me he parado en «Political World». Un disco y una canción que
suponen el fin de la dura travesía de los 80 para Dylan. El bardo asegura en Crónicas que compuso el tema en 1987,
mientras se recuperaba de una lesión en la mano. Los expertos aseguran que se
trata de una especie de segunda parte de aquel «With God On Our Side» que en
1964 se publicaba en el muy políico The
Times They Are A Changing. Una especie de resumen de problemas que azotan
al mundo moderno. Uno de esos expertos, Paul Williams, asegura que Dylan
pretende que todo el tema gire alrededor de la fuerza de su primera frase, “vivimos en un mundo político” y el resto
de la letra la encuentra más floja. Yo no estoy de acuerdo. Sin ir más allá, la
continuación a esos versos con las frases “donde
el amor no tiene lugar, vivimos tiempos en que el hombre comete crímenes, y el
crimen no tiene cara” me parecen de una fuerza aplastante. Más adelante
asegura que “la sabiduría acaba entre
rejas”, “el valor es algo del pasado”
o que estamos “zarandeados y vapuleados”.
Dylan acusa, y para ello utiliza su dedo de manera firme en forma de ritmo de
cadencia dura. La frase original se repite, pero en contra de lo que opina
Williams, yo creo que lo hace para dar entrada a otra situación denunciable.
Alguien lo tiene que decir y Dylan está ahí para eso. Clinton Heylin, otro
experto, opina como Williams. De hecho cree que la canción es aburrida por ese
empeño de Dylan en recordar, al principio de cada estrofa que vivimos en un
mundo político. A mí me parece que la fuerza del tema está precisamente ahí, y
espero cada principio de estrofa para que Bob suelte ese verso con rabia
contenida y, a veces, casi asco en su voz. Once veces debemos escucharlo en las
once estrofas de la canción definitiva, aunque no es difícil encontrar una
versión que quedó descartada con 16 y frases como “la conciencia no tiene ninguna pista”. Versos crudos que tienen su
éxtasis al final. “Cuélate en la foto y
grita el nombre de Dios, aunque no estés seguro de cuál es”. Dylan en
estado puro oigan.
Sonando: Political World de Bob Dylan
No hay comentarios:
Publicar un comentario