Todos estamos de
acuerdo en que hay demasiados discos de versiones de Dylan en el mercado, eso
es indudable. Igual que lo es que muchos de ellos no aportan nada, aunque quizá
eso sólo sea una prueba más de la grandeza del personaje. Bob Dylan ha sido y
es tan importante para la música contemporánea que una infinidad de músicos han
querido, en un momento u otro, interpretar sus canciones. La mayoría de esos
discos de versiones no superan la prueba del algodón, quizá por la propia
enormidad de las interpretaciones originales. Ya saben eso de Nobody’s sings Dylan Like Dylan. Yo soy
de los que confirma y defiende ciegamente esa sentencia. No creo que nadie haya
mejorado un tema de Dylan nunca, sinceramente, Muchas veces he discutido con mi
amigo J.F. León este tema, por ejemplo a cuenta de la versión de «Mr.
Tambourine Man» de The Byrds. Que sí, que McGuinn & Co cantan muy bien,
pero esa es una canción de un hombre que toca la pandereta en la calle y ha de
sonar a hobo, no a los Beatles. Eso
la hace perder credibilidad, cosa que no sucede con la original de su
dylanísima. Así pienso yo.
Por eso debe
extrañar a los que me conocen que me pare en hablar de un nuevo disco de
versiones de Dylan recién publicado, pero es que este es especial. Por un lado
el encargado de hacerlo es Denny Freeman, miembro de la banda de Dylan y por
tanto de la NET entre 2005 y 2009. Y por el otro se trata de un disco
instrumental, sí, sí, instrumental. Un álbum sin letras que romperá los
esquemas a todos aquellos que se limitan a considerar a Dylan un gran letrista,
porque Freeman incide conscientemente en la grandeza de las melodías. El
guitarrista, que participó en la grabación de Modern Times, conoce a Dylan mucho y también un buen puñado de sus
canciones. No en vano hay que recordar que el bardo hace ensayar a los miembros
de su banda cerca de 100 temas para elegir cada noche canciones diferentes.
Denny conoce su forma de pensar, su forma de encarar e interpretar las melodías
de sus temas, y eso es lo que ha reflejado en este Diggin’ On Dylan, la obra suprema de un excelente guitarrista, que
no solo ha trabajado con Dylan, sino también con gente como Percy Sledge o Taj
Mahal. Interpretando en clave instrumental piezas como «Tangled Up In Blue»,
«Masters of War» o «Señor». Canciones que abarcan casi toda la carrera de
Dylan, desde 1963 a 2006 y de cuya instrumentación se encarga básicamente el
propio Freeman, que toca guitarras, teclados, arpa y harmónica, mientras Elana
James le apoya al violín, Jim Milan al bajo, Jon Blondell al trombón y Smith “Frosty”
Barry a la batería. Y que quede claro. Freeman no se limita a hacer las
canciones tocando con su guitarra la parte vocal sino que las interpreta y eso
es lo que hace interesantísimo este disco. Palabra.
Sonando: Spirit In The Water de Denny Freeman
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