Vuelve a la carga nuestro
punk-rocker psicodélico favorito. El californiano Ty Segall, empeñado en
demostrar algo que ya sabemos, que es uno de los grandes actuales de esto del garage-rock,
ha anunciado que este año tiene tres discos listos. El primero de ellos es este
Hair en el que se hace acompañar de White Fence. El disco apesta a añejo desde
cada uno de sus surcos y, como dirían los Stones, nos gusta. La cosa va a toda
leche, excepto destacables excepciones como la deliciosamente fifties «Easy
Rider», pero los efluvios ramonianos de los inicios de su carrera van dejando
paso a un músico más completo, más maduro, en el mejor sentido de la expresión.
Segall es un compositor dinámico, y eso no hay quien se lo quite. Ni ganas.
Pero ahora, cual hipnotizador, se deja llevar por leves retazos psicodélicos
que le sientan fantásticamente bien a su música. Entiéndanme. No estoy hablando
de una revolución respecto a sus anteriores trabajos pero sí de pequeños pasos
adelante que, al fin y al cabo, es lo que siempre acabamos pidiendo los
críticos a todos los músicos. Si te sorprendes pinchando este disco una y otra
vez, no es problema tuyo. A mí también me pasa.
Publicado en Mondosonoro 198
Sonando: Easy Rider de Ty Segall
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