Escena reciente. Tarde-noche en una prestigiosa
tienda de discos barcelonesa. CDs saldados a un €uro cada uno. Previa al
concierto de Luis Auserón. Visita con un rutero y bloggero de postín. Pilas de
discos para rebuscar y encontrar joyas de John Hiatt, Dave Davies y Old 97’s
entre discos de la Tuna y los Payasos de la Tele. De pronto aparece de la nada
otro rutero, poeta para más señas. Andaba encerrado en el almacén rebuscando
entre los discos todavía no puestos a la venta. Entre los tres seguimos la búsqueda,
sabiendo que cada uno desempeña su particular papel de Atila. Por la estantería
que pasa no vuelve a salir la hierba. Aunque muchos están repetidos y esos nos
permite que nos recomendemos discos unos a otros. Todos menos uno. Cae en mis
manos The Very Best of Robbie Fulks. Un disco que, a pesar de su título, no es
un grandes éxitos, sino uno de los mejores trabajos del de Pennsylvania. Al
poeta se le salen los ojos, pero yo no lo suelto. Nuestro tercer compañero nos
mira curioso. Empezamos un juego de reventa. Yo le ofrezco dejárselo si me
quintuplica el precio. Sé que él no va a aceptar y yo no quiero que acepte. De
pronto pienso si esto le pasará a mucha gente. Incluso los dependientes nos
miran curiosos. Tres freaks que todavía disfrutan buscando discos en cubetas.
Rara avis. Preguntando cuando encontramos uno si les queda otro en el almacén
para nuestros compañeros. Todos con los adjetivos “buenísimo”, “brutal” o “muy
grande” acompañando a nuestras descripciones. Y uno de nosotros afirma “joder,
si todos los discos fueran tan buenos como decimos esto sería la leche”. Cuánta
razón tiene. Viejos románticos. Y orgullosos, sobre todo al salir cargados de
discos por 7 u 8 €uros. El de Robbie Fulks se viene conmigo, por supuesto. Y
ahora suena la increíble «May The Best Man Win» en mi equipo. Gran tema y gran
disco de uno de esos grandes desconocidos que va a disco cada dos años ¡y lleva
11! Entonces vuelvo a pensar en qué debía pensar la gente que nos viera discutir todavía por la calle si supiera lo que estábamos haciendo.
Probablemente se hubieran limitado a un “¿quién coño es Robbie Fulks?”
Sonando: Parallel Bars de Robbie Fulks
1 comentario:
Momentazo freakie genial.....Y muy divertido!!! Saludos.
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