Me he sentido como Robert Hunter. Él en bueno, yo en malo. Si en el anterior disco de Nu Niles ayudé a Mario en alguna de sus letras, en su nuevo trabajo me he encargado de todos los textos. De hecho me he convertido en él. La cosa funcionó de la siguiente forma. Mario hacía un tema y me lo pasaba grabado con la música y con la melodía tarareada, la mayor parte de las veces. Al mismo tiempo me hizo llegar un documento de Word en el que llevaba meses apuntando frases, pequeñas historias, ideas o reflexiones, sin ton ni son. Entonces me decía “yo este tema me imagino que va de esto”. Y allí iba yo a construir con todos esos elementos y mi imaginación una letra adecuada. Convirtiéndome en el cerebro de Mario. La verdad es que he tenido libertad total para salirme de sus textos y aportar frases totalmente propias, incluso letras enteras, pero sin salirme del tema que él quería para la canción y también para el disco. No ha sido fácil. Escribir rock and roll es complicado porque sus estrofas son cortas y la gente no espera que le expliques tu vida. De hecho mi letra favorita de su anterior Sin Rendición no la hice yo y venía a ser algo así como “baby no me trates así, el día uno me dices que sí, el día dos el contrario, y eso sí que no, no, no,no”. Eso es el rock and roll de Berry, Richard o Holly. Y ese era mi difícil objetivo. Algo que, tras oír las primeras mezclas del disco, que todavía tendréis que esperar un tiempo, creo que he conseguido.
Sonando: Eso Sí Que No de Nu Niles
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