El viejo Ray. El otro día ando viendo el Austin City Limits de Hayes Carrl y me lo encuentro como invitado de lujo. Tantos Discos Para No Deprimirse y él sin el suyo. ahí va. Crusades Of The Restless Night.
Un carrera curiosa la del de Oklahoma. Un tipo que entre 1978 y 1992 apenas publicó discos a pesard e haber compuesto «Up Against the Wall, Redneck Mother» para Jerry Jeff Walker en 1973. Pero en el 78, su carrera se para tras tres discos y en los 80 apenas edita un par de recopilatorios de canciones no editadas. Problemas personales, fue el motivo. Regresa en 1992 con un discazo, eso sí. Lost Train Of Thought. A partir de ahí no ha vuelto a dejarlo, a pesar de que se nota que es de los que se lo toman con calma. Hubbard además es de esos songwriters de cara curtida. A los que lees las historias en su rostro castigado. Los de verdad. Sin imposturas. Crusades Of The Restless Knights es su cuarto disco en los 90, que publica a través de Philo en 1999. El hombre que aseguraba aspirar sólo a ser un buen cantante de folk sigue la línea marcada por Steve Earle en esa década y factura un disco tremendo. Eso sí, no olvida esos postulados en temas como «Conversation with The Devil» en el que parece el mismísimo Woody Guthrie o, acercándonos más, el primerísimo Dylan. La cambinación de letras más profundas como ese con otras más superficiales como «Red Dress» en la que se limita a describir como se viste una mujer es casi insuperable. Porque no siempre hay que ser tan profundo ¡hombre!. Que lo pongan en la misma fila que a Townes o Jimmie Dale Gilmore será por algo ¿no?
Sonando: Crows de Ray Wylie Hubbard
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