Amanece al día siguiente. J.J. ha llegado a eso de las 5. Perjudicado pero disimulando. A las 8 alguien había intentado abrir nuestra puerta del hostal repetidamente. Me veía partiéndole la cara a un desconocido. En silencio, eso sí. Mi voz sigue en Barcelona. Yo estoy en Madrid. De repente una luz. Santi había prometido el día antes llevarnos a Radio City. Según él la mejor tienda de discos del mundo. Y la más pequeña. J.J. corrobora lo de la mejor, de oídas, aunque como no ha estado no puede hacer lo propio con su tamaño. Además recuerdo un post de SanfreeBird hablando sobre ella. La luz se hace más grande en mi cabeza y una idea se me mete en la mollera. Todo lo que no me gasté ayer de juerga me lo gasto en discos. Yo no me voy con este cabreo a Barcelona. Levanto a J.J. y llamamos a Santi. No va a venir. No pasa nada. Google Maps en el IPhone y adelante. Llueve, a ratos mucho. Y nosotros con las maletas andando por Madrid en busca de nuestra tienda de discos. Pausa. Churros. Como Dios manda. Para algo estamos en Madrid. Seguimos. Paramos en El Templo de Susu. Le compro un par de preciosas camisas country a Rakel. J.J. hace lo propio con Vanessa y un chaleco. Seguimos. Sigue lloviendo pero la excitación crece. Y llegamos a Radio City. Es más pequeña incluso que lo que había dicho Santi. Apenas cabemos nosotros y nuestras mojadas maletas. La dependienta es un encanto. Nos sonríe y nos pasa un par de taburetes. Y entramos en el séptimo cielo. Entiendo por qué la tienda es tan pequeña. Ellos ya hacen la selección de discos por ti. No hay “morralla”. Sólo joyas y encima con un gusto exquisito. J.J. es más rápido que yo y enseguida se aparta el vinilo del último de Feist. Empiezo a apartar discos para mí. El último de The Pain Hill Haints, los dos primeros de Reigning Sound, el Spills and Thrills de John Paul Keith, el primero de Pete Molinari y su EP con los Jordanaires. Debería parar pero sigo rebuscando. Encaro la cubeta que acaba de dejar J.J. Time Being de Ron Sexsmith en vinilo original. Se lo enseño a mi compadre.“Mierda tío, se me ha pasado”. Lo miro. Lo deseo pero le digo a J.J. “tuyo” y veo como se le ilumina la cara. Es la segunda vez en este viaje que hago feliz a un amigo con la música. Qué placer. Sigo. Encuentro el debut de The Dutchess and The Duke y pienso que debo dejarlo. Esto cierra la cuenta. Cuando voy a pagar la encantadora dependienta me suelta “me encanta lo que te llevas” y me hace feliz. Hago un esfuerzo y saco de mi garganta algo parecido a un “gracias”. Salimos de allí. Sigue lloviendo. Pero mi viaje de vuelta a Barcelona va a ser mucho más plácido. Cuando el AVE inicia su marcha los vinilos están a mis pies. El destino y la afonía los llevó hasta mí. Por algo será.
Sonando: Stormy Weather de Reigning Sound
5 comentarios:
Ya ves Edu..No hay mal que por bien no venga..No he visitado todavía esa tienda pero en mi próxima parada en Madrid no se me escapa. Un saludo.
la tienda es una pasada un poco cara pero un templo
saludos
sanfreebird
Chicos que me voy a ver a Hawley a Madrid este finde...decidme por donde esa LA MECA.
Siento tu afonia, es muy molesto. En Radio City estaba casi siempre metido cuando vivia en Madrid, una tienda muy bonita, pero prefiero Tony Martin no muy lejos de all, mucho mas surtida y con un fondo de catalogo muy bueno.
Saludos
Gracias por avisar...
JF
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