Si June ha de elegir unos dibujos animados favoritos ya los tiene. No es que tenga mucha variedad para hacer su elección porqué Mamá Rachel y yo no le dejamos ver la tele mucho. Es demasiado pequeña. Eso sí, como elemento de distracción a la hora de la papilla de la tarde nos ha ido genial. Su padre, fiel a la intención de servilismo que todo buen padre ha de tener, en mayor o menor medida, hacia sus vástagos se ha hecho con episodios de diversas series además de compaginarlos con las cosas que voy grabando de Canal Disney. Pero estoy seguro de que si June pudiera opinar abiertamente (de hecho, ahora que lo pienso puede y lo hace) se quedaría con Bunnytown. Y no me extraña porque hasta yo me quedo flipado con los conejitos de marras.
Bunnytown es una serie con nacionalidad compartida, canadiense y norteamericana, de los hermanos Rudman y Todd Hannert que empezó a emitirse en sus países de origen en 2007. Muestra como ven la vida de las personas unos conejitos la mar de simpáticos. Pero ¡ay! es que hay algo en la serie que hace que a June le llame tremendamente la atención y que un servidor se hinche como un pavo al pensarlo. Y es que los conejitos son unos rockeros del copón y están todo el día cantando, cosa que hace que a mi niña le flipen. Canciones hechas especialmente para la serie y que, por una vez, ya que esto no suele ser habitual en las series destinadas a niños, son buenas canciones. Además, sus madrigueras están decoradas al estilo de los años 70. Por eso en los conejitos cabe de todo. Desde canciones que suenan a los Who a temas que parecen de los Bee Gees.
El mundo de los conejitos es enorme. Hay conejitos papás, conejitos que vana clase, estrellas del rock, conejitos suicidas (sí, sí, como en el cómic para adultos) aunque con cuidado, conejitos egoístas, conejitos buenos….Además, parece ser que la serie estimula varias áreas de conocimiento que deben desarrollar los niños: la coordinación de movimientos, la expresión de los sentimientos, las relaciones sociales y el conocimiento intelectual. También trabajan con nociones académicas básicas comunes a muchas series infantiles como los números, las formas o algunas palabras siempre de una forma divertida que les haga reír mientras aprenden.
Rakel fue la descubridora de la serie pero desde este momento me declaro fan absoluto de ella. A pesar de lo que pueda parecer no abundan series tan buenas en televisión para los niños.
Sonando: Bunnytown de la Bunny Band
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