Vuelve el fuera de la ley de Michigan y no puede uno sino
reverenciarle de nuevo. Porque a Whitey Morgan hay que reconocerle mantener el
género redneck y outlaw como pocos. Lo hace con discos de esos que te atrapan,
que no puedes parar de escuchar y, sobre todo, de tararear. Si Honky Tonks and Cheap Motels, lanzado en
2008, era una auténtico ejercicio de estilo, su disco homónimo de 2008 no le
andaba a la zaga, con homenajes incluidos a Dale Watson, Billy Don Burns o
Johnny Paycheck. El año pasado nos sorprendía con un espléndido directo grabado
a principios de la década y un impactante álbum acústico dedicado a su abuelo, Grandpa’s Guitar.
Sonic Ranch supone
sus vueltas al country y el konky tonk instrumentado, tan crudo como nos tiene
acostumbrado en sus composiciones y con una elección magistral en las
versiones. Adorable ese «That’s How I Got To Memphis» de Bobby Bare y sublime
la revisión de ese himno que es «Still drunk, still crazy, still blue» del gran
Scott H. Biram. Tan auténtico que es capaz de diseñar las camisetas de su merchandising
con un “Fuck Country Pop” que tira con bala. Y es que, aunque sus ideas políticas
son cuanto menos discutibles, su música es una auténtica maravilla para los
amantes del género.
Sonando: Still drunk, still crazy, still blue de
Whitey Morgan & The 78’s
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