Espléndido concierto el
ofrecido por Lydia Loveless el pasado martes en Barcelona. Había ganas de ver a
la menuda songwriter de Ohio en la ciudad después de la anulación de su
anterior gira. Y no defraudó. Venía a presentar las canciones de su reciente Somewhere Else, aunque no le hizo ascos
a sus discos anteriores con paradas efectivas, sobre todo, en Indestructible Machine. Lástima que de éste
se saltara un himno como «Steve Earle», mi canción favorita de su repertorio.
Aunque lo compensaron excelentes versiones de otras de sus canciones como ese «Wine
Lips» convertida en mi favorita del lote. Lástima que la banda se quedó
simplemente en aceptable. No desentonaron, pero tampoco destacaron y se quedaron
muy por detrás del carisma de su jefa. Una Lydia espléndida a la voz, cargada
de magnetismo y con la seguridad que da un repertorio aplastante. Que solo
tenga veinticinco añitos no deja de ser una garantía para seguirle los pasos. Como llevamos haciendo un tiempo, vamos.
Sonando: Wine Lips de Lydia Loveless
PS: Photo by Rachel
Chinaski
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