Corría 2007 y una noche se presentaba como imprescindible
para los amantes de los sonidos de raíces norteamericanos. Una noche de hijos.
Justin Townes Earle y Jubal Lee Young se presentaban en la sala La Boite (luego
convertida en Zac Club) con su apellido como principal reclamo. Justin era el
hijo de Steve, y Jubal Lee no lo era de Neil Young, como se aseguraba en buena
parte de la prensa, sino de Steve Young, el tipo que compuso la gran «Lonesome
On’ry and Mean» para Waylon Jennings. Aquella noche me hice con Yuma, el primer
EP del vástago de Steve y con el homónimo de Young, que pasaba por ser su
segundo larga duración. Tras eso le perdí la pista.
Siete años y tres discos después me llega On a dark highway, su nuevo trabajo en
el que veo que no ha cambiado nada respecto a su disco de debut. “Creo que la
canción que da título al disco es también su esencia. Como un diario de viaje
de mis últimos años. El motivo subyacente es los estados que frecuento y las
personas y lugares que me encontrado. Cuando las luces se apagan y la gente se
ha ido a casa, cuando la gira ha terminado te encuentra solo en la carretera,
con tus pensamientos, como cualquier ser humano” dice Jubal. Canciones que
efectivamente se me antojan ideales para conducir. Rock americano cargado de
buenos estribillos, coros y combinación de acústicas, eléctricas y steel
guitar. Buenas versiones de su padre, especialmente «White trash» y temas
propios la mar de resultones: la radiofónica «Texas pirate radio» que me
recuerda y mucho a Scooter Jennings o el excelente medio tiempo que es «Ghosts
of the Buffalo» pasan por ser de momento mis favoritas. Pretensiones, pocas.
Quizá sea lo que más me gusta.
Sonando: My Oklahoma
de Jubal Lee Young
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