Hace poco llegaba a la
friolera de 250 entrevistas realizadas desde que me dedico a esto de charlar
con gente que me interesa. Eso que otros llaman periodismo musical. Sé que
muchos sobrepasan ese número pero creo que ya me otorga cierta legitimidad para
saber de qué hablo. Nunca he sido un gran entrevistador, me gusta más el
artículo de fondo. Pero a lo largo de todos estos años he podido comprobar que
también existen muchos músicos “malos entrevistados”. ¿De quién es la culpa?
¿De las malas preguntas? ¿O de las pocas ganas de contestarlas? Difíciles
respuestas. Algo así como el tema del huevo y la gallina.
La entrevista en persona
o incluso telefónica da más juego, eso es indudable, pero no siempre es
posible. A veces el tiempo (el tuyo o el de los músicos) requiere que la charla
– si se puede llamar así- se desarrolle vía e-mail. Eso la hace menos flexible
y más encorsetada y, a menudo, provoca la recurrencia a preguntas repetitivas.
Tampoco escapa del encorsetamiento la entrevista en persona. Algunos, como
Billy Bragg, exigen que se les envíe el cuestionario antes de que te encuentres
con él. Otros, como Ryan Adams, define una serie de temas tabú de los que no se
puede hablar. Estilos. Como los del entrevistador.
Finalmente, no quiero
dejar esta reflexión sin remitirme a la entrevista estándar. Esa a la que
recurre el entrevistador y que obtiene como consecuencia la respuesta estándar.
Una serie de preguntas que no vale la pena perder el tiempo en hacer porque
siempre obtienes la misma respuesta. O sí, porque hay músicos que saben que la
entrevista forma parte de su trabajo (les guste o no) y que una mala pregunta
no tiene por qué obtener una mala respuesta. ¿Por qué no ser más inteligente
que el entrevistador? Yo he utilizado esas preguntas y he obtenido esas
respuestas, muchas veces marcadas por la pose, en un porcentaje tan importante
como para ser destacado. Ahí van cómo son esas malas preguntas y cómo suelen
ser las respuestas a ellas por parte de muchos artistas (juro que esto es
verídico y quien haya hecho entrevistas sabe de qué hablo).
¿Qué ha cambiado entre este disco y el anterior?
Respuesta habitual: Muchas
cosas, la banda ha evolucionado mucho y sonamos más maduros, más compactos.
Respuesta que me
sorprendería: Poca cosa. Tenemos un estilo y nos mantenemos ahí. Trabajamos en
tener mejores canciones pero tampoco hemos reinventado nada. Estamos cómodos haciendo lo que hacemos.
¿Qué música escucháis habitualmente?
Respuesta habitual:
Ninguna. Poca cosa. No tenemos tiempo. Si acaso cosas antiguas.
Respuesta que me
sorprendería: cualquier lista de discos o artistas, sobre todo si son nuevos.
¿Qué canción prefieres del disco o te define más?
Respuesta habitual: Cada
día una diferente. Todas me gustan
Respuesta que me
sorprendería: La canción XXXXXXX define claramente por donde va el disco,
supongo que es la más representativa.
¿Tu música se podría definir como folk/blues/rock/garaje?
Respuesta habitual: No
nos gustan las etiquetas. Nos influyen muchas cosas y somos difíciles de
definir.
Respuesta que me
sorprendería: sí, por supuesto. Realmente nos movemos dentro de ese género.
Hay más, casi para hacer
una entrevista entera, pero esas diría que son las más representativas/
habituales ¡qué le vamos a hacer!
Sonando: Paperback writer de The Baatles
1 comentario:
Joder tio qué buen artículo, hay mucha gente que no sabe de música y debería leer cosas así.
Muy buen blog, he estado leyendo los últimos artículos y me he pasado un buen rato por aquí jajaj. Seguiré visitándolo.
Un abrazo!
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