Escribiendo mientras suena la versión de «Father of Day» de
Bob Dylan a cargo de Manfred Mann. Es mi manera de rezar. De intentar entender.
A veces nos empeñamos en comprender lo incomprensible y eso nos desgarra. Nos
tortura. Y es entonces cuando necesitas creer en algo. Y es entonces también
cuando el poder curativo de la música adquiere toda su magnitud. Las guitarras
y el teclado de la larga jam que los ingleses dejaban en ese tema mientras lo
tocaban en directo son un ejemplo de ello. Son la oportunidad de llorar. De
dejar que los sentimientos afloren. De quitarte la careta. Esa que has estado
llevando y en la que has escondido tu debilidad en una fortaleza solo fingida. Puedes
derrumbarte y crecer con la canción. Porque como ella, no tienes nada qué pedir
a ese señor de la noche y el día. Sólo deseas nombrarlo, sin ni siquiera
atreverte a preguntar. Es una plegaria. Una exaltación de la incomprensión y de
la necesidad de creer. De otra manera es
imposible seguir adelante.
Y es que es curioso como las personas encajan en nuestras
vidas como si de piezas de un puzzle se tratara. Se sitúan en su lugar haciendo
que todo funcione. A veces ni siquiera te das cuenta de que están ahí,
simplemente por el hecho de que siempre han estado y el miedo, o de nuevo la
incomprensión, nos llevan a no pensar que quizá algún día dejen de estarlo. Porque
entonces el puzzle quedaría inacabado y nunca más nadie sería capaz de
completarlo. Pero sucede y asumirlo es una de las tareas más difíciles que se
nos ha encomendado en esta vida. A nosotros nos ha tocado ahora pasar por ese
trance y es un camino difícil. Muy difícil. Se marcha el capo. Nuestro Vito
Corleone. Nuestro Tony Soprano. Ya saben, fundido en negro. Se apaga con
rapidez y a la vez poco a poco. Con una incongruencia igual que la que se lo ha
llevado. Y ya nada será lo mismo. Como si a Highway
61 Revisited le quitaran «Like A Rolling Stone», como si «In The Ghetto»
dejara de estar en From Elvis In Memphis.
Seguirían siendo discos enormes, pero no los mismos. Y eso es lo que ha pasado
en mi familia. De la forma más cruda. Más injusta. Aunque ninguna es más justa
o menos cruel. Cuando se va alguien que duele el alma te duele, lo haga como lo
haga.
“Me hice daño hoy para
ver si aún puedo sentir, me concentro en el dolor, lo único real”. Así
empieza Cash su versión del «Hurt» de Trent Reznor. Un Cash al borde del adiós.
Hundido pero con tiempo para despedirse. El que a ti no te han dado viejo.
Aunque ayer aproveché ese momento solos para decirte lo que pensaba, lo que me
asustaba, lo mucho que te iba a echar de menos y sobre todo lo mucho que iba a
cuidar a tus chicas. Porque si no se pueden tener dos padres, yo he estado muy
cerca de conseguirlo. Y eso ha sido mérito tuyo. No puedo evitar acordarme del
orgullo que sentiste cuando acompañaste a Rakel hacia mí para casarnos ¿te
acuerdas? Aquel abrazo llorando que me diste al final dejándote llevar. Ni como
se le iluminaba la cara a June cuando llegaba a tu casa y le ofrecías ponerle
una canción. Hoy me ha preguntado por ti. Me ha dicho si te ibas a ir al cielo.
No se de donde he sacado las fuerzas para decirle que sí, que seguramente sí, y
entonces me ha dicho “¿por qué?”. Es muy lista, aunque eso ya lo sabes. Pero por
primera vez en su vida, sentía que iba a fallarle, porque no tenía respuesta
para ella. Me miraba con toda su inocencia, con esas ganas de saber, de
entender, de vivir. Sólo he podido decirle que el yayo estaba cansado. Muy
cansado. Pero que me había prometido cuidarla desde el cielo. Y ahora todo
vuelve a estar en tu tejado. No me fallarás ¿verdad? ¿lo harás? Sólo así puedo
quitarme la pena. Sólo así.
Te quiero Luis, tenía que decírtelo antes de que te fueras.
Sonando: Hurt de
Johnny Cash
13 comentarios:
Lo siento un montón Edu, mi más fuerte abrazo y piensa que tienes unas chicas magníficas como las de la canción de Quique y el encargo de cuidarlas. y quererlas como tú sólo sabes.
"Le veras cuando crezca la hierba y cuando mires al cielo, en aquellos que quieres pero te ha dejado muy algo más solo por marcharse"
Besos y un abrazo especial para Rakel y para la preciosa June.Tu amigo, Joserra.
Nunca te escribo,pero quería darte un abrazo. Sé qué es pasar por momentos así y el tiempo, que no el olvido, te hará bien, os hará bien. Abrazo!!
Un abrazo Edu, besos a tus chicas.
Un abrazo muy fuerte Edu.
Te sigo en el Ruta y aquí en el blog. No te conozco ni te he mandado ningún comentario, hasta ahora.
Edu, en estos momentos las palabras sirven y mucho. La música también. Todo lo que nos mantiene vivos y con ganas de seguir adelante, cobra especial relevancia ahora.
Un fuerte abrazo y ánimo.
Saludos,
JdG
Todo mi apoyo y un fuerte abrazo a ti y a los tuyos. Mucho animo.
Lo siento, no te conozco pero sigo tu blog hace tiempo, de veras lo siento.
Salud amigo
Lo siento mucho. Si te sirve de consuelo, ayer mi hija de 7 años me preguntó cuando salía el volumen 2 de la Historia de Roc. Supongo que el sentido de todo esto es transmitir lo bueno que tenemos a los que vienen detrás y acordarnos de lo bueno que nos dejaron los que ya no están.
Un abrazo
Lo siento mucho Edu. Un fuerte y sincero abrazo.
Vaya Edu ya lo siento de veras.
Mucho ánimo y un enorme abrazo.
Un abrazo muy fuerte, socio, tanto para ti como para tus chicas.
Mi más sentido pésame y ánimos para los tres
¡ Lo lamento Eduardo !
Un abrazo.
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