Muy buen concierto el de Julián Maeso el pasado sábado en
L’Ovella Negra, demostrando que lo que ya anunciaban las canciones de Dreams Are Gone es algo muy serio. Maeso
se ha ganado con sólo un disco un nombre en la lista de artistas a seguir con
cada lanzamiento y en directo se muestra, algo que ya sabíamos los que lo
conocíamos previamente de sus aventuras junto a gente como The Sunday Drivers o
Quique González, como un artista solvente y seguro de sí mismo. Casi dos horas
de concierto lo refrendaron en el sótano de Poble Nou, a pesar de algunos
condicionantes en contra. Frío, fuera y dentro de la sala. Fútbol, el principal
enemigo del rock los sábados por la noche. Un horario nada adecuado colmado con
un excesivo retraso (programado a las 22:30 para acabar empezando a las 23:30
h.). Y una banda que literalmente no cabía en el escenario. Juro que en algún
momento los vi cayéndose de allí arriba, algo a lo que no ayudaba que todos,
excepto uno de los guitarrista estuvieran sentados. Pero canciones como «We Live
Behind The Shadow» o «It’s Been A Hard Day» tienen esa capacidad de hacerte
cerrar los ojos y trasladarte al otro lado del océano Atlántico. Suenan
magníficas (porque lo son) y el grupo se hace con ellas con una facilidad
pasmosa. Los aplausos se suceden y el calor empieza a aparecer, por fin. Sin
necesidad de aspavientos escénicos. Sólo con la voz rota de Maeso, su Hammond,
y sus chicos, entre los que destaca por cierto la ausencia de bajo. Quizá el
pero estaba en la duración excesiva del show a una hora demasiado complicada,
pero ni eso consiguió acabar con la sensación, citando al mismo Julián
de que “a hurricane is coming”. Y tanto que se acercó, como que nos pasó por
encima.
Sonando:
Tears Come From You de Julián Maeso
PS: Quien quiera recordar la entrevista que le hice a Julián
para Ruta 66 puede hacerlo AQUÍ.
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