martes, noviembre 13, 2012

Las preocupaciones de Andrew Combs


Andrew Combs es un recién llegado. El de Texas debuta con este Worried Man y no puede hacerlo con mejor pie. A medio camino entre el sonido de Bob Dylan en su lejanísimo New Morning, con esas guitarras alienadas y en primer plano y los instrumentos tremendamente definidos, y la forma de cantar de un Jackson Browne menos dulce, Combs ha parido una pequeña joya que servidor no deja de pinchar una y otra vez.  Y además el tío es un cachondo. No es el típico songwriter que sólo habla de sus penas y lo injusto que es el mundo, sino que es capaz de iniciar el disco con un tema como «Devil Got My Woman» en el que aborda que su mujer ha perdido el interés por el sexo por culpa del diablo. Sigue con «Please, Please, Please» en el que ruega, no ya otra oportunidad, sino otra casualidad del destino para que su pareja no le abandone, y hasta se atreve a ponerse enromemente profundo en «Too Stoned To Cry» en la que por cierto colabora a la voz Caitlin Roe. Andrew es capaz de cantar un boogie como «Why Or Why», convertirse en un rockero en «Big Bad Love» y acabar disfrazado de soulman en «Come Tomorrow» con una solvencia y naturalidad al alcance de muy pocos. Además consigue dotar a todo el conjunto de una heterogeneidad que compacta el disco y que lo convierte, para mí, en la gran sorpresa del año.

Sonando: Big Bad Love de Andrew Combs

1 comentario:

sanfreebird72 dijo...

Tomamos nota "mestre".
Saludos