martes, noviembre 20, 2012

The Wallflowers, el chasco de la temporada


No consigo hacerme a la idea de lo que le pasaba a Jakob Dylan por la cabeza a la hora de reunirse con sus antiguos compañeros de The Wallflowers y hacer el disco que ha hecho. Después de una carrera en solitario encauzada ¿en qué estaba pensando? Una lástima que me ha llevado a escribir esta reseña en el número de Noviembre de Ruta 66.

Desde luego hay cosas que yo no entiendo. No hay duda de que el amigo Jakob Dylan ha tardado lo suyo en ganarse un respeto, más allá de su apellido, aspecto que parecía haber conseguido definitivamente con sus dos últimos y más que notables trabajos en solitario. Y de golpe decide, en un giro incomprensible a su carrera, regresar con sus antiguos compañeros de los Wallflowers para grabar un disco que, siendo generoso, calificaré de mediocre. Decepción, esa es la palabra que más vueltas me da a la cabeza mientras afronto esta reseña. Y no es sólo lo mal que le ha sentado al vástago de su dylanísima la compañía del ex The Clash Mick Jones (algo bastante habitual en otros proyectos) y sus intentos de acercarse a la música bailable (sic), sino que sus canciones suenan planas, poco inspiradas y hasta su voz parece que ha perdido la chispa que lo había convertido en uno de los mejores cantantes de rock americano del momento. Quedan rastros de lo que fueron los Wallflowers, pero son sólo eso, poco más. Una melodía aquí, una frase inspirada allá. Demasiado poco para justificar un regreso como este que sólo puede explicarse rebuscando en los bolsillos de los protagonistas. Eso sí, Jakob ya ha hecho suficiente para que le perdonemos el patinazo y para ganarse, como mínimo, otra oportunidad. Que la aproveche, que no andamos sobrados de gente con su talento.

Sonando: One Headlight de The Wallflowers

2 comentarios:

Redacció dijo...

En otro post ya apuntabas la decepción de este trabajo, no me he molestado en escucharlo, prefiero dormir bbien por las noches. Esperemos que vuelva a su carrera en solitario en el mismo sitio donde la dejí.
Saludos

juanma dijo...

A mi no me ha parecido tan malo. En un principio si que me chocó bastante el cambio de orientación, pero tras bastantes escuchas he acabado apreciandolo. Es un disco regulero, que tras la reunión de Wallflowers esperabamos mucho mas, sobre todo después del último discazo en solitario de Jakob.