1000

Entrada número 1000. Casi nada. Mil posts compartidos con Vds. Y Rakel me pregunta ¿harás algo especial? No lo había pensado, pero he decidido que sí. Voy a hacerlo. Y como, ante todo, estamos ante un blog de música, he decidido recoger en este post las canciones más importantes de mi vida y el por qué. No es una lista al uso. No son las mejores (algunas sí), ni siquiera de sus autores, pero son las que han marcado buena parte de mi existencia. Como siempre, sólo pretendo compartirlo con todos los que cada día hacéis que no pierda las ganas de escribir por aquí. Ahí van…


«Like A Rolling Stone» de Bob Dylan. Es la canción. Y punto. Esta sí. Es la mejor. Nunca se podrá llegar a ese nivel de perfección. Porque es perfecta en su propia imperfección.

«Love Our Love» de The Sunday Drivers. Es la canción de Rakel y mía ¿hace falta decir más? Jero nos la dedicó en uno de los últimos conciertos de los desaparecidos domingueros. Opinen lo que quieran sobre ellos, pero es un temazo del copón.

«Box of Rain» de The Grateful Dead. La primera canción que oyó June en este mundo. Después la ha oído cerca de 400 veces.

«¿Por quién ríe Baby June?» de LHBDHC. ¿Hace falta explicar lo que se siente al escribir una canción para tu hija?

«Happy» de The Rolling Stones. La canción que me pongo cuando ando de bajón. Siempre en mi iPod.

«We Can’t Get Together» de Sean Costello. Cuando necesito adrenalina extra, pincho este tema y mis problemas desaparecen.

«Folsom Prison Blues» de Johnny Cash. La canción que me explicó qué es actitud.

«Salitre» de Quique González. Por algo mi primer libro acabó siendo sobre él. Me sigue pareciendo la canción más bonita escrita en castellano. Y es mi amigo, qué leches, aunque esto ya lo pensara antes.

«Nunca Tendremos Graceland» de Jaime Anglada. Un gran desconocido. Una gran canción. Eso es explicar qué significa el rock and roll. Gracias a ella nos hicimos amigos.

«Suspicious Minds» de Elvis. Voy a resumirlo en una palabra: Elvis.

Acabo de contarlas y resulta que llevo 10. Paro. Son las que me han venido a la cabeza en apenas cinco minutos, y en ese orden. Deben ser esas ¿no? Faltan, claro que faltan. Ya saben de mi síndrome de Rob Gordon. Pero ahora mismo, son las que son. Déjenme que les felicite a Vds. por aguantarme estos 1000.

Sonando: Like A Rolling Stone de Bob Dylan