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En la ciudad industrial de Pittsburg la joven cantante Molly Maguire (Fiona) busca con su grupo musical el éxito. Éste parece que se va a limitar a una carrera de conciertos en garitos de tercera categoría, hasta que el famoso músico Billy Parker (Bob Dylan) la descubre: le parece una gran cantante solista y además le atrae físicamente. Billy aunque está prácticamente retirado sigue siendo una estrella del rock y cuenta con los medios y contactos suficientes para ayudarla a alcanzar la fama y decide invitarla a un concierto que él va a dar en Inglaterra. Pero las cosas no marchan como deben y Molly acaba bajo la tutela de la estrella el pop británico James Colt (Everett), con el que graba un disco y arrasa en las listas de ventas. A pesar de todos los éxitos tampoco la relación con Colt acaba bien, sin embargo en un concierto norteamericano vuelven a cantar juntos la ya popular Molly, Billy y Colt, porque el show debe continuar.
Peor no puede ser ¿no? Lo bueno el asunto es que mí, simplemente, me encanta. Freak que es uno. No dudo que podría estar entre las diez peores películas de la historia y yo la disfruto dentro de su horterada. Eso sí, la versión que se marca Dylan del «The Usual» de John Hiatt es antológica. Por cierto, hablando de Dylan y el cine, parece ser que Blood On The Tracks va a ser adaptado en forma de película. Habrá que estar atentos.
Sonando: The Usual de Bob Dylan
1 comentario:
Me alegra que haya más gente con este pequeño "problema". A mí siempre me puso la carne de gallina la escena en la que canta en el granero A couple more years
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