Fin de semana largo. Con lluvia torrencial a ratos. Ideal para dedicar el tiempo a leer, a ver pelis y a preparar el programa de hoy en la radio. En estos últimos cuatro días han caído la versión cinematográfica de Millenium que, evidentemente no le llega a la suela de los zapatos a los libros, pero que tampoco está tan mal, oigan. Además varios capítulos combinados de Six Feet Under y The Wire. Mis series del momento junto a Weeds.
Pero, sobre todo, este fin de semana he pasado mucho tiempo con June. He disfrutado de ella y creo que ella de su padre también. Ayer hablaba con Álex Vivero y le decía que tener una hija es algo sublime. Todo se relativiza. Nada es más importante que mi niña. Nada requiere tanto mi atención como ella. Porque nada lo merece tanto. Es una sensación difícil de explicar. Se siente y ya está. Parece de risa, tópico incluso, pero me siento diferente. Como si hubiera llegado a la culminación de algo. Y estoy sólo al principio. Porque nadie se ríe como June. Esboza su sonrisa y sus ojos se iluminan. Y transmite. No se por qué pero creo que esa manera de reír de June va a darme muchas alegrías. Muchas.
Sonando: June de Buddy & Julie Miller
3 comentarios:
Hola Edu:
Te agregado como blog amigo ya que me gusta tu blog y espero que a ti el mio.
June es preciosa, no me extraña se te caiga la baba...Un abrazo,
Joserra
Hola Joserra,
Muchas gracias. Te incluyo en mi lista de blogs....
Abrazo
Así se habla, papi chulo!!
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